La estrategia de ACS respecto a Abertis funciona, a la vista de las cuentas del primer trimestre. El grupo que preside Florentino Pérez ha declarado un beneficio neto de 282 millones, lo que supone un incremento del 12,9% respecto al periodo comparable de 2018. De ese resultado, el área de Infraestructuras aporta 131 millones (un 26,9% más), con una inyección de 43 millones por parte de la concesionaria de carreteras, que hace un año no entraba en las cuentas de su segundo accionista.

Dentro del mismo negocio, Construcción entrega 88 millones al resultado neto, un 14,6% menos debido a que la participación en Hochtief bajó del 72% al 50% con la venta del 22% a Atlantia en el cuarto trimestre de 2018, en el marco de la opa de Abertis. La conclusión es que, al margen de los dividendos, ACS más que compensa su menor peso en la germana con la toma del 50% de la concesionaria catalana, consolidada por puesta en equivalencia. La participada ha mejorado un 10% su ebitda en el periodo, al tiempo que suben sus tráficos en los principales mercados: un 5,1% en España, un 1,6% en Francia, las autopistas chilenas soportan un 1,7% de vehículos más, el extra en Brasil es del 2,2%, y del 1,2% en Italia.

La toma de Abertis pesa sobre la deuda, que engorda en 538 millones en 12 meses, presentándose ahora una posición de 897 millones.

Tal y como señaló Pérez el viernes ante la junta de accionistas, el mayor conglomerado español de infraestructuras factura 100 millones diarios (incluidos sábados y domingos), alzando la cifra de negocio a 9.263 millones entre enero y marzo. Este volumen de ingresos asciende un 6,8% por mejoras generalizadas de la actividad en Norteamérica, Australia y también en España. Descontando el efecto de los tipos de cambio, la evolución es del 4%.

El CEO de ACS, Marcelino Fernández Verdes, junto al presidente de la compañía, Florentino Pérez, en la junta de accionistas del pasado viernes. El CEO de ACS, Marcelino Fernández Verdes, junto al presidente de la compañía, Florentino Pérez, en la junta de accionistas del pasado viernes.

El ebitda, de 761 millones, crece un 10,9% y deja un margen del 8,2%, con una mejora de 30 puntos básicos.

Junto a los 131 millones de beneficio que cuelgan del negocio de Infraestructuras, destacan los 129 millones que gana el área de Servicios Industriales, un 3,5% más. Esta última se encuentra inmersa en un plan de desarrollo para impulsar su tamaño, que pasa por potenciar el perfil de ACS en el sector de las renovables.

Servicios, representada por la filial Clece y donde ACS está dispuesta a estudiar oportunidades puntuales de crecimiento inorgánico, cosecha 9 millones de beneficio, un 12% arriba.

El grupo declara una cartera de 75.400 millones, un 13% superior a la de hace un año (8,8% más si se ajusta por el tipo de cambio). El tirón viene de EE UU y Canadá, con variaciones favorables del 25% y del 20%, respectivamente. Construcción tiene un peso de 62.800 millones en la reserva de contratos, con un aumento del 14,2%.

Los pulmones de actividad del grupo

Sube el margen de Construcción. ACS ha captado 515 millones de ebitda por su actividad como constructora. El margen es del 7,5% sobre las ventas del área (6.854 millones), lo que representa una mejora de 50 puntos básicos sobre marzo de 2018. El 95% de los ingresos de la división llegan del exterior.

Servicios Industriales mejora su pulso en España. El área de Servicios Industriales es menos intensiva en ebitda que Construcción, con 239 millones (un 3,4% más), pero ofrece un margen más alto sobre las ventas, del 11,8%. En el aumento del 6% en la cartera (9.828 millones, el 74% internacional), ACS resalta el buen comportamiento del mercado doméstico.

Fuente: Cinco Días