Airbnb da los primeros pasos para firmar la paz con Hacienda. El departamento dirigido por Cristóbal Montoro puso a Airbnb en su punto de mira en el último Consejo de Ministros de 2017, al incluir nuevas obligaciones de información a esta plataforma para prevenir el fraude fiscal. Así tendrá que a portar los datos de sus clientes y los ingresos que han percibido. En octubre informará sobre los datos del tercer trimestre (de julio a septiembre) y a finales de año tendrá que aportar la información correspondiente al resto del año. En ella tendrá que consignar el nombre del titular de la vivienda, la persona a la que se cede el derecho a alquilar la vivienda si no es el titular de la vivienda, las personas que lo alquilan, la referencia catastral, la dirección del inmueble, el número de días de alquiler, el importe percibido y el contrato entre el titular y la persona a la que se cede el derecho de alquiler. Si no lo hacen estarán expuestas a sanciones que oscilan entre los 80.000 y los 2,4 millones de euros.

En primera instancia, Airbnb se negó a ceder los datos, bien porque no los tenía o porque consideraba que esa cesión vulneraba la privacidad de sus clientes. Posteriormente se ha abierto a la negociación y buena prueba de ello es el acuerdo suscrito esta mañana con la Asociación Española de Asesores Fiscales (Aedaf) para asesorar a sus clientes a la hora de cumplir sus obligaciones con Hacienda. En un comunicado, la plataforma recuerda que manda todos los ejercicios a sus clientes un resumen de los ingresos obtenidos por sus alquileres y que les informa sobre su obligación de tributar por ellos y que este año ha optado «por reforzar su compromiso con el cumplimiento de las obligaciones tributarias de las personas que comparten hogar a través de la plataforma». El acuerdo cubre tres áreas. En primer lugar se ha creado una web específica (www.anfitrionesresponsables.com), en el que se ofrece información fiscal y se trata de aclarar las deudas más recurrentes. Aedaf también se compromete a aportar asesoría personalizada a los clientes de Airbnb y a realizar seminarios sobre el pago de impuestos.

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«Para ser un buen anfitrión no basta con atender bien a tus huéspedes y respetar a los vecinos. Quiénes comparten su hogar a través de Airbnb saben que también deben cumplir con las obligaciones fiscales», remarcó Sergio Vinay, responsable de Políticas Públicas de Airbnb. Por su parte, Jordi Baqués, delegado de Aedaf en Cataluña, subrayó que la economía colaborativa yha crecido exponencialmente en los últimos años «y los ciudadanos deben saber que los rendimientos que obtengan de plataformas como Airbnb también quedan sujetos a tributación».

Fuente: Cinco Días