Airbnb ha anunciado esta mañana en Londres que se une al selecto grupo de socios olímpicos (TOP, por sus siglas en inglés) a través de un acuerdo firmado con el Comité Olímpico Internacional. De esta manera se convierte al mismo tiempo en patrocinador oficial y alojamiento oficial del movimiento olímpico hasta 2028, abarcando tres juegos de verano (Tokio 2020, París 2024 y Los Ángeles 2028) y tres de invierno (Pekín 2022 y Milán-Cortina 2026). En el programa TOP están otras grandes multinacionales como Coca-Cola, Alibaba, Atos, Bridgestone, Dow, General Electric, Intel, Omega, Panasonic, Plocter&Gamble, Toyota, Visa o Samsung.

La compañía, que cuenta en la actualidad con más de siete millones de casas de alquiler en todo el mundo, asegura que ese acuerdo pretende plantear una nueva forma de hospedar “que beneficiará tanto a las ciudades que acogerán los eventos, a los espectadores, aficionados y atletas”. En cuanto a las ciudades, Airbnb remite a un informe elaborado por el World Economic Forum en 2016 sobre el impacto de la economía colaborativa en los Juegos de Río de Janeiro, donde inició su colaboración con el movimiento olímpico. La plataforma calcula que la capacidad adicional de alojamiento que proporcionó equivalió a la ocupación que podrían haber facilitado 257 hoteles y generó unos ingresos de 27 millones para los anfitriones y una actividad económica de 90 millones de euros en solo tres semanas. Al mismo tiempo destaca que esa capacidad de alojamiento minimizará la construcción de infraestructuras en los próximos cinco Juegos Olímpicos.

La iniciativa también afecta a los juegos de invierno de Pekín 2022 y Milán-Cortina 2026

Dos años después, la compañía repitió experiencia en los juegos de invierno de 2018, celebrados en PyeongChang (Corea del Sur). Los anfitriones en ese país asiático alojaron a 15.000 huéspedes, un volumen equivalente a 46 hoteles completos. La última experiencia tuvo lugar en el último mundial de Rugby, celebrado a finales de septiembre en Tokio, con un volumen de viajeros alojados en viviendas publicitadas en Airbnb de 650.000 viajeros, lo que reportó unos ingresos de 63 millones de euros en ingresos.

En el comunicado que acompañaba al anuncio, la compañía aseguró que esta iniciativa “generará cientos de miles de nuevos anfitriones en los próximos nueve años en estas ciudades”, lo que sin duda servirá para reforzar su liderazgo como principal plataforma de alojamiento en el mundo y para distanciarse de sus perseguidores. En el último balance, hecho público en septiembre, Airbnb contaba con siete millones de anuncios en todo el mundo, seguida por Booking (5,7 millones) y Vrbo (2 millones). El acuerdo con el COI ampliará esa brecha con sus perseguidores.

Fuente: Cinco Días