El fabricante de aluminio Alcoa ha decidido este viernes continuar con la oferta de compra que presentó el fondo suizo Parter Capital por las plantas de la compañía en La Coruña y Avilés (Asturias), aunque no hay todavía un acuerdo final para la venta.

Fuentes de la firma han indicado este a Efe que la oferta de Parter ofrece oportunidades de futuro para las dos plantas, incluida la posibilidad de recuperar la producción de aluminio primario. Además, Parter ha aceptado uno de los principales requisitos de Alcoa, que era el mantenimiento del empleo y las condiciones de trabajo al menos durante dos años.

Las mismas fuentes han señalado que esperan que la importante contribución económica de Alcoa, que dice que «excede significativamente» los 40 millones de euros comprometidos en el acuerdo del ERE para que el futuro comprador pueda rearrancar las cubas de electrolisis (que fueron apagadas de forma controlada), garantice la actividad industrial y el empleo en ambas plantas.

Alcoa y los sindicatos alcanzaron en enero pasado un preacuerdo que contemplaba la búsqueda de inversores que adquirieran las plantas que la multinacional tenía intención de cerrar por las cuantiosas inversiones que requerían para seguir funcionando y los altos costes de la electricidad en España. La condición era que esos inversores continuaran desarrollando en las fábricas un proyecto industrial y que asumieran a la plantilla. Las instalaciones empleaban antes de que se pusiera en marcha el expediente de regulación de empleo (ERE), incluido en el citado acuerdo, a 686 trabajadores en total.

El pacto ofrecía solución a más del 50% de la plantilla, y por el mismo Alcoa se comprometía a mantener la actividad y el empleo en las fundiciones de ambas plantas y en la torre de pasta de La Coruña, lo que permitió la continuidad de 205 empleados (114 empleos en la gallega y 91 en la asturiana).

El ERE también incluía bajas incentivadas y un plan de recolocaciones en otros centros de trabajo de la compañía, que mantiene en España su planta de San Cibrao, en Lugo, por el que podrían recolocarse hasta 106 empleados.

Fuente: Cinco Días