El presidente de Alsa, Jorge Cosmen, ha admitido que la compañía, especializada en el transporte de pasajeros por carretera, estudia las condiciones de la liberalización del sector ferroviario comercial a nivel europeo, que deberá cristalizar a finales de 2020. Sin embargo, enfrió las posibilidades de que Alsa llegue a introducirse en este mercado, dado que este está dominado por “grandes operadores públicos”, como el caso de Renfe en España.

“Estos competidores son muy potentes. Los alemanes facturan más de 30.000 millones al año, y Renfe seguramente sea de los mejores en operativa”. Cosme añadió que “el transporte ferroviario tendrá más cuota de mercado en Europa”, pero “hay que ver cuáles son las condiciones de mercado y de competencia y si como empresa privada tenemos posibilidades”.

El presidente de Alsa realizó esta valoraciones en la conferencia La empresa familiar del siglo XXI, retos y oportunidades, organizada por Esade y Deloitte. Cosmen también se refirió a los planes de liberalización del transporte de pasajeros por carretera que ha promovido la Unión Europea para las rutas de más de 100 kilómetros. A su juicio, el modelo español de concesiones de las rutas a las empresas privadas está siendo observado por otros países del continente. “Habrá que ver cómo evoluciona la iniciativa de la Unión Europea. Todavía tiene que llevarse a cabo todo el desarrollo legislativo, y en él España puede jugar un papel muy importante, porque se está viendo que el modelo español es competitivo y sobre todo redunda en un beneficio para los consumidores, porque ofrece calidad, mucha seguridad, y precio», describió Cosmen, quien recordó que en Reino Unido, donde el sector del transporte terrestre está más liberalizado, están valorando volver a introducir restricciones, porque «están dándose cuenta que el transporte público tiene que estar organizado de alguna manera».

El ejecutivo también señaló que el futuro del autobús urbano pasa por la electrificación, mientras que en la larga distancia, los modelos híbridos están siendo un puente mientras los fabricantes disipan sus dudas entre el gas natural o la pila de hidrógeno. También se refirió al avance del vehículo autónomo, cuya tecnología «está ya disponible. Falta un marco legislativo que lo regule. Pero en el transporte interurbano será una realidad: sacar el vehículo de forma manual de la ciudad, y poner el piloto automático en la carretera. Aunque habría que ver la reacción de los clientes al ver que el conductor se levanta del asiento con el coche en marcha»

Fuente: Cinco Días