
Ana Botín, presidenta del Banco Santander, se refirió este miércoles a su salida del banco en 1999 y su relación con su padre en el primer programa de la nueva temporada de Planeta Calleja, con el que viajó a Groenlandia para conocer los efectos del cambio climático en una de las zonas del planeta más afectadas por este problema global. Botín, que mostró su faceta más personal recordando episodios íntimos de su vida, dijo que lo más importante de su trabajo es la capacidad de cambiar la vida de las personas: “El impacto que puedes tener es enorme”. “Los bancos no hemos desahuciado a nadie desde 2012”, comentó Botín al aventurero y presentador Jesús Calleja.
Durante algo más de 70 minutos, Ana Botín repasó algunos de los momentos cruciales de su vida personal y profesional, incluida su trayectoria en el Santander desde 1988. Desveló su lado más personal como la compleja relación que mantuvo con su padre o la confesión de que sufrió un aborto, un suceso que la llevó a regresar a España. «Mi primer cargo de relevancia aquí en España lo tuve pasados los 30. Perdí una niña, esto nadie lo sabe, y quise cambiar de aires, por eso decidí dejar Estados Unidos y mudarme a España para trabajar en el banco. Me llamó un señor para trabajar en el banco de mi padre, así que deduzco que le preguntó si le parecía bien, pero mi padre nunca me dijo nada».
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El despido le hizo «daño»
Botín se refirió a su salida del banco antes de la fusión del Santander y el Central Hispano en 1999. Recordó que una portada de EL PAÍS Semanal que protagonizó en febrero de ese año y que ejecutivos de la entidad con la que se iban a fusionar interpretaron como un aviso de su lanzamiento como futura jefa forzó una llamada de su padre, el entonces presidente Emilio Botín, diciéndole que tenía que abandonar su cargo de consejera directora general. Botín dijo entender la decisión de su padre, pero que las formas con las que le comunicó su salida le hicieron daño. “Creo que lo podría haber hecho de otra manera”, aseguró a Calleja. «Mi padre me llamó un día, tras estar 10 años en Latinoamérica, y me invitó a irme para que pudiese haber fusión. Hizo lo que tenía que hacer, pero la manera en que me lo dijo me hizo daño».
La relación con su padre sobrevoló durante buena parte del programa: «Lo más duro fue lo que dijo en una junta de accionistas. Me dejó regular, porque dijo que lo que le importaba era el banco y no la familia. Visto lo que pasó después, que realmente fue una guerra entre azules y rojos, si no me hubieran matado entonces me hubieran matado a los seis meses porque fue una situación muy dura que se prolongó durante seis años».
Sobre la relación con su padre: «Teníamos nuestros más y nuestros menos»
No obstante, a pesar de los citados desencuentros la presidenta del Santander remarcó que siempre mantuvo una buena relación personal con su padre. «La relación con mi padre, como padre, era buenísima. Como jefe, teníamos nuestros más y nuestros menos, pero como padre era estupendo. Siempre nos fuimos de vacaciones juntos, cada año, por eso los tres años que nuestra relación estuvo peor tras el despido se me hicieron tan largos».
La banquera habló con el presentador de sus tres etapas en la entidad: cuando se incorporó para liderar la expansión en Latinoamérica; el periodo como presidenta de Banesto; y su posterior incorporación al Santander, primero como responsable del negocio en Reino Unido y después como presidenta del grupo.
Combatir el cambio climático y defensa del feminismo
De su trabajo en el banco, destacó que “lo más gratificante” es lograr que la gente pase a la acción: “Que pasemos de hablar a hacer, que es lo más difícil”. Botín también se pronunció sobre algunas cuestiones de actualidad, como el cambio climático o el feminismo. “Los datos son irrefutables, el cambio climático está ocurriendo y es el hombre quien lo está acelerando”, aseguró. Se mostró sorprendida de que haya personas “de ciertos estamentos” que cuestionen que ella pueda ser feminista. “La cuestión es cómo se entiende y qué quiere decir hoy ser feminista, que para mí es apoyar la igualdad de oportunidades. Yo digo: tú mira lo que he hecho e intenta juzgarme en base a lo que he hecho, no si soy blanca o negra, hombre o mujer”, concluyó.
También aludió la reputación de la banca. “A nuestros accionistas les ha costado dinero la crisis para ayudar a las cajas. Hemos contribuido a resolver la crisis financiera», destacó. “Tenemos que ser muy conscientes de cómo asesoramos a nuestros clientes cuando invierten de los riesgos que están asumiendo”, añadió. E insistió en la importancia de la motivación. “Si piensas en el fracaso estás hundido”, comentó al presentador, al que habló de las distintas etapas que había pasado en sus 21 años de vida profesional. “El problema es cuando llegas a un puesto de repente. Dar un salto demasiado grande en cualquier cosa no es bueno porque hay cosas que no has podido asimilar”, concluyó.
Como colofón, también se refirió al proceso de digitalización que vive la economía global. Y allí habló de los ganadores: “En la revolución industrial, Europa fue ganadora. En la digital, China y Estados Unidos, hasta ahora”.
Fuente: El País