Cualquier persona que desee viajar con su coche o moto a Formentera o empresa que quiera alquilar vehículos en la isla desde el verano de 2019 deberá tener un permiso previo que concederá el Consell insular en virtud de una ley pionera en España que ultima el Gobierno balear para reducir la presión turística.

Formentera alcanza en plena temporada alta los 47.000 residentes de hecho, entre visitantes, vecinos y trabajadores de servicios, casi cuatro veces su población empadronada, y unos 30.000 vehículos circulan por una red viaria total de 38.500 metros de longitud, una presión que el Gobierno de Baleares se ha propuesto aliviar, atendiendo a la demanda unánime de todos los partidos políticos en el archipiélago.

El consejero de Territorio, Energía y Movilidad, Marc Pons, detalló el contenido del borrador de la Ley de Medidas Urgentes de Sostenibilidad Ambiental y Turística para la Isla de Formentera, que presentó el miércoles la presidenta autonómica, Francina Armengol, a las entidades sociales. La ley, que se aprobará a finales de este año o principios de 2019, habilitará al Consell de Formentera a fijar un techo de vehículos en temporada turística que incluirá los coches y motos de los residentes, las flotas de las empresas de alquiler y tarjetas asignadas a visitantes que tendrán que ser solicitadas con antelación y serán imprescindibles para desembarcar en la isla.

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Pons destacó que tanto el techo de vehículos como la temporada en que será preceptiva la tarjeta de circulación especial los determinará la institución insular a partir del análisis de la situación del próximo verano, en que previsiblemente se superarán las cifras de visitantes y coches de los anteriores, puesto que se viene sucediendo un crecimiento anual en torno al 7%.
La incomodidad que la circulación diaria de los 30.000 vehículos que se acumulan en la Formentera en temporada alta y el “riesgo de ruptura del equilibrio medioambiental” que generan justifican la adopción de medidas inéditas en España y que solo cuentan con precedentes en la isla italiana de Capri, ocho veces menor, y en algunas islas aún menores de los Países Bajos, indicó Pons.

El consejero puso el acento en que, en paralelo a la restricción de motos y coches, se mejorará el transporte público en Formentera para garantizar la movilidad de los visitantes que no puedan o no quieran utilizar vehículos propios o de alquiler. Actualmente hay registrados en la isla unos 10.000 vehículos de residentes y otros tantos de empresas de alquiler, mientras que los otros 10.000 de la temporada alta son principalmente los que llevan las empresas de alquiler para atender la demanda de turistas.

Aunque eludió cifrar el techo que deberá fijarse, Pons aseguró que el propósito es reducir los 30.000 garantizando el derecho de circulación de los residentes, el transporte de mercancías y el de personas con movilidad reducida, así como fomentando los vehículos eléctricos.

Fuente: Cinco Días