La Comisión Europea ha iniciado este viernes los trámites para denunciar ante la Organización Mundial de Comercio los aranceles impuestos por EE UU a las importaciones de aceituna negra española, según informan a El PAÍS fuentes diplomáticas. El organismo comunitario intentará demostrar en Ginebra la ilegalidad del castigo arancelario de la administración de Donald Trump, que a instancias de varias empresas californianas impuso en 2017 nuevos gravámentes que ha elevado hasta el 34,75%.

EE UU acusa a los agricultores españoles, en particular a los de Andalucía donde se concentra la producción de aceituna negra, de acaparar el mercado gracias a los subsidios que reciben de la Política Agrícola Común europea (PAC).

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Bruselas, además de considerar injustificada la acusación, teme que el arancel a la aceituna negra andaluza siente un peligroso precedente que permita a Washington cuestionar el conjunto de los subsidios agrícolas europeas, uno de los puntales esenciales de la política comunitaria y que se llevan casi el 30% del presupuesto de la UE.

La comisaria europea de Comercio, Cecilia Malmström, se había comprometido con el sector a contraatacar en la OMC. Pero Bruselas se había centrado hasta ahora en conflictos más graves con Trump, como los aranceles a las exportaciones del acero y del aluminio. Y en intentar evitar una escalada de guerra comercial que amenazaba ya con endurecer la entrada en el mercado estadounidense del sector del automóvil europeo, en especial, del alemán.

Pero este viernes, finalmente, el departamento de Malmström ha dado el primer paso para defender la oliva negra andaluza, informando al Comité de Política comercial que la denuncia se presentará en los próximos días, previsiblemente la semana que viene. El lunes, los ministros de Agricultura la UE se reúnen en Bruselas y, según fuentes comunitarias, también es previsible que el comisario europeo de Agricultura, Phil Hogan. aborde el problema con el ministro español, Luis Planas.

Consultas iniciales

La comunicación al Comité permite a la Comisión presentar la denuncia en Ginebra de manera inmediata porque no se requiere autorización de los Estados miembros. Un paso que, según fuentes diplomáticas, no se va a demorar. El procedimiento en Ginebra arrancará con la petición de consultas a EE UU. Si las consultas no resuelven el conflicto, como parece previsible, la OMC deberá dirimir el litigio. Un proceso que puede prolongarse durante años.

La Comisión ya ha reservado un presupuesto de 2,5 millones de euros en 2019 para ayudar a los productores de oliva negra a buscar mercados alternativos que absorban la caída de la demanda en EE UU, donde se había disparado en los últimos años por su popularidad como complemento en platos como la pizza.

El proteccionismo de Trump ha golpeado duramente a las empresas andaluzas del sector, que tenían en EE UU el mayor destino exportador, con un volumen equivalente a sus ventas en Italia, Francia, Alemania y Reino Unido. En agosto de 2018, el primer mes de aplicación del gravamen definitivo, las ventas a EE UU cayeron un 70%, pasando de 3,2 millones de kilos en el mismo mes del año anterior a poco más de un millón de kilo.

Fuente: El País