La ministra de Economía, Nadia Calviño, ha reconocido este miércoles que la privatización de Bankia no puede hacerse al precio al que cotiza actualmente y no descarta aplazarla más allá de 2019, cuando se acaba el plazo previsto, con el objetivo de maximizar la recuperación de las ayudas públicas a la banca. La ministra ha abierto, además, la posibilidad de vender un porcentaje mayor que los paquetes vendidos hasta ahora, que no han pasado del 7%. «No es lo mismo vender un 7% que una participación de control», ha manifestado ante una pregunta durante su intervención en un desayuno organizado por Europa Press.

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Esa posibilidad permite aventurar que en la privatización de la entidad nacionalizada participen fondos de inversión y entidades que podrían estar interesadas en gestionarla. «No está descartado nada», ha añadido Calviño. En todo caso, y con respecto a la recuperación de las ayudas a la banca, ha subrayado que el principal objetivo es garantizar la estabilidad del sistema financiero y que las entidades canalicen el crédito a los ciudadanos.

Por otro lado, la titular de Economía ha adelantado que la autoridad macroprudencial, cuya constitución estaba prevista para el próximo Consejo de Ministros, se retrasará al menos una semana. Para la ministra, se trata de evitar que cada supervisor no vea más allá de su perímetro. Esta institución supone un paso adelante para garantizar que no se produzcan crisis financieras como la los últimos años. Una de las novedades será la creación de una autoridad de protección al cliente financiero. Asimismo, entre las próximas aprobaciones previstas figura la del libro blanco para reformar la gobernanza de las instituciones del país.

Presupuesto «difícil, pero no imposible»

Tras señalar que no entendía la sorpresa que han causado las palabras de Pedro Sánchez referentes a que los Presupuestos se llevarán al Congreso en enero, Calviño ha reseñado que el acuerdo con el PDeCAT «es difícil, pero no imposible». «En cualquier caso, tendría que explicar por qué no apoyan unos Presupuestos que cumplen con los objetivos de disciplina fiscal y crecimiento inclusivo», ha insistido. Preguntada sobre si el Ejecutivo iba a gobernar con reales decretos ante la ausencia de Presupuestos, ha subrayado que «el plan A es aprobarlo, no es momento de hablar de plan B».

En parecidos términos se ha expresado la ministra de Hacienda, María Jesús Montero, que también ha asistido al encuentro. Según Montero, no se entiende que «parece contradictorio que [el PDeCAT] pida más recursos y no apruebe el vehículo para conseguirlo», cuando los Presupuestos aportan 2.000 millones a Cataluña. Luego ha aprovechado para que hagan una reflexión y cambien de opinión, a la que invitó también al resto de partidos que no apoyan las cuentas públicas.

La ministra Calviño también ha confirmado que se mantiene la previsión de crecimiento del 2,6% para este año, así como las del 2,3% para el próximo. En ese mismo prisma, ha adelantado que la deuda se reducirá al menos al 97% del PIB este año.

Sobre las pensiones, ha manifestado que «tienen buen futuro». «Es una joya que cuenta con el apoyo de la sociedad que hay que cuidar. A corto plazo tiene una situación positiva, pero tenemos que reflexionar constantemente para que se mantenga el consenso político», ha continuado. Al respecto, ha reconocido que «es importante aumentar las pensiones más bajas».

«Cordón sanitario» a Vox

Sobre la irrupción de Vox en el Parlamento andaluz, Calviño ha comentado que el proceso no le ha sorprendido. «He visto su desarrollo en otros países europeos, que ha ido inoculando en todos los partidos. Esperaba que España estuviera vacunada, pero lamentablemente no ha sido así», ha dicho. «Tenemos que aprender de otros países, donde se ha establecido un cordón sanitario», ha añadido en clara alusión a los partidos de la derecha para evitar pactos con Vox en aras de formar Gobierno.

En todo caso, ha reseñado que los resultados electorales andaluces «no cambian los planes ni la hoja de ruta» del Gobierno. Ante lo que ha destacado como una lacra para la credibilidad de las instituciones por parte de los ciudadanos, ha planteado la necesidad de recuperar la confianza.

La ministra de Hacienda, por su parte, ha intensificado este discurso y ha comentado a la prensa que espera que PP y Ciudadanos «no hagan componendas con partidos extremos, que son xenófobos, racistas y antifeministas».

Fuente: El País