La ministra de Economía ha afirmado este jueves que el crecimiento de la economía española seguirá próximo al 2% el año que viene. En un desayuno organizado por la agencia Efe y presentada por el presidente del Gobierno, Nadia Calviño ha defendido la robustez de la actividad en España en un contexto de elevada incertidumbre internacional y un día después de que la afiliación a la Seguridad Social arrojase la pérdida de 212.000 trabajadores, el peor dato en un mes de agosto desde 2008.

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El Gobierno tiene recogida en sus previsiones para el año que viene un crecimiento del 1,9%. Es decir, la titular de Economía básicamente mantiene sus pronósticos a pesar de la desaceleración exterior y de que empiezan a darse algunos registros menos vigorosos en España. Calviño ha pedido serenidad y que no se anticipen escenarios apocalípticos como los que ya se describieron a principios de año y que luego no se cumplieron. Y, a continuación, ha recordado que los datos siguen siendo positivos, destacando la resistencia del sector exterior español y el turismo. En cuanto a la caída de la afiliación, la ha tildado de «ligera desaceleración» y ha apuntado que en el año se han creado cerca de 500.000 puestos de trabajo «sin que haya una burbuja en el sector de la construcción».

«Como anticipaban ya todos los economistas, la ralentización es lógica en una economía madura y después de cinco años de intenso crecimiento», ha declarado. La ministra ha insistido en que la coyuntura sigue siendo positiva y en que algunos organismos incluso han revisado al alza el crecimiento del PIB español, que a pesar de la desaceleración se mantendrá en unas tasas que duplicarán el crecimiento de la zona euro. 

No obstante, la ministra ha dibujado un horizonte de retos a los que hay que enfrentarse. Entre ellos ha citado la reducción del paro, que seguirá bajando, y la desigualdad. En el plano internacional, ha subrayado el Brexit, el conflicto comercial, el aterrizaje chino o las dificultades de Argentina. Y ha pedido que frente a esta coyuntura se articulen estímulos fiscales en Europa. «El gobernador del Banco de España y Lagarde ya han hablado de seguir con estímulos monetarios que se acompañen de otros», ha recordado.

Calviño ha argumentado que la mejor forma de hacer frente a la ralentización es seguir reduciendo el déficit y la deuda para poder contar con una situación fiscal más saneada. Y ha asegurado que se llegará al equilibrio en las cuentas en 2022, «sin poner en riesgo el crecimiento económico». En un momento en el que las autonomías están pidiendo una actualización de las entregas de fondos, la ministra les pidió responsabilidad y recordó que tienen en sus manos un tercio del gasto.

En esta línea de responsabilidad fiscal, la ministra ha anunciado que reducirá en 10.000 millones la emisión de deuda neta del Estado. La deuda pública está bajando muy lentamente en relación al PIB. Sin embargo, en euros continúa aumentando en la medida en que sigue habiendo un déficit en las cuentas de las Administraciones. Ahora bien, con este anuncio la emisión neta del Tesoro caerá un 43% respecto a lo previsto inicialmente. Eso significa que el endeudamiento del Estado central solo aumentará en unos 20.000 millones, el menor incremento desde el año 2007. Está disminución de emisiones no sólo se debe a la reducción del déficit. También a que las comunidades están empezando a tomar prestado dinero directamente en el mercado después de una crisis que dejó a la mayoría sin acceso a financiación. Además, ayudan mucho unas condiciones de financiación muy favorables, que han hecho que en los últimos meses baje todavía más la rentabilidad que exigen los inversores, dejándola en mínimos históricos y permitiendo sustanciales ahorros en el pago de intereses. 

La titular de Economía ha explicado que estas circunstancias se conseguirá un ahorro de intereses por valor de unos 2.000 millones sobre la cantidad prevista a comienzos de año, de manera que el gasto en esta partida podría incluso bajar ligeramente del 2% del PIB, es decir, una cantidad inferior a los 27.000 millones de euros. En porcentaje del PIB, la carga de intereses llegó a estar en el 3,5% en 2013 y 2014. En euros, el máximo alcanzado en desembolsos por intereses se tocó en 2014 con 36.000 millones. De cara a los mercados, la idea consiste en trasladar que en medio de la ralentización económica se siguen haciendo los deberes y continúa el esfuerzo para equilibrar las cuentas públicas.

La ministra ha recalcado que tanto los organismos internacionales como los inversores han respaldado la política económica que se está llevando a cabo en España. «La percepción de solvencia ha mejorado en los últimos meses», y eso se ha hecho «patente en los datos de emisiones de deuda pública» y en la inversión extranjera recibida, ha dicho.   

Fuente: El País