Tras casi cuatro años en la alcaldía de Madrid, Manuela Carmena ha desbloquedado parte de la mayor bolsa de suelo de Madrid, concretamente del barrio de Los Berrocales, el área cuyo desarrollo está más avanzado de todo el ámbito del desarrollo del Sureste.

La junta de gobierno de la ciudad aprobó el jueves el convenio urbanístico de Los Berrocales, un documento que llevaba en el aire tres años, desde la llegada a la alcaldía de Carmena. En ese barrio está previsto que se construyan 22.000 viviendas, el doble de, por ejemplo, las previstas en la Operación Chamartín. En el conjunto de los desarrollos del Sureste están planeadas más de 100.000 casas, pero el ayuntamiento mantiene bloqueado el avance en dos de esos barrios, los de Valdecarros y Los Cerros.

La junta de compensación (propietarios del suelo) de Los Berrocales se compromete a urbanizar los 8,3 millones de metros cuadrados de superficie en seis etapas, que finalizará en 2034. Del conjunto de viviendas, el 50% serán destinadas a algún régimen de protección pública. El siguiente paso es que el convenio pase el periodo de información pública y posteriormente debe ser ratificado por el Pleno municipal. Se espera que en 2020 ya puedan comenzar a trabajar las grúas.

El barrio se diseñó a finales de los años noventa y comenzó a avanzar desde 2007 con la urbanización y construcción de infraestructuras, en la que los 250 propietarios de suelo han invertido alrededor de 190 millones de euros. Sufrió, igual que los otros desarrollos del Sureste, los bloqueos judiciales y finalmente un intento de Carmena de paralizar y jibarizarlos. La junta de compensación de Los Berrocales se sumó el pasado año a las de Los Cerros y Valdecarros en una amenaza de pedir una indemnización de 1.580 millones al ayuntamiento si no se daba luz verde a los planeamientos ya aprobados.

Ahora Los Berrocales consigue su propósito de comenzar a construir vivienda en una zona, el distrito de Vicálvaro a la altura del kilómetro 12 de la autovía A-3, que debería ser un gran banco de viviendas baratas, debido a que el precio del suelo en esa zona será de los más bajos de la ciudad, donde existe escasez de suelo con permisos para urbanizar.

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Fuente: Cinco Días