El sector tecnológico pasa de golpe de liderar la remontada en Wall Street a convertirse en un lastre muy pesado. El último golpe llegó por vía de Amazon, que llegó a caer este miércoles más de un 7% ante la eventualidad de que la Administración Trump decida poner palos al crecimiento de su negocio de comercio electrónico. Se suma a las dudas sobre Facebook por la fuga de datos y a la fuerte corrección que está experimentado también compañías como Netflix o Tesla.

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Es conocido que Donald Trump no tiene ninguna simpatía por Amazon y, especialmente, por su fundador, Jeff Bezos. El republicano atacó fuerte a la compañía durante la campaña electoral y ya en la Casa Blanca dejó claro que no estaba conforme con la manera que tenía de hacer negocio. Ahora transciende, en una información publicada por el portal Axios, que el presidente “va a por ella”.

“Está obsesionado con Amazon”, asegura el medio utilizando fuentes próximas Trump, “obsesionado”. La idea del presidente pasaría por alterar el tratamiento fiscal que recibe la compañía para que con su modelo de negocio no haga tanto daño a las compañías dedicadas al comercio minorista tradicional y a los grandes centros comerciales. Es una preocupación que ya expresó en el pasado.

El secretario del Tesoro, Stephen Mnuchin, ya sugirió el pasado verano que estarían en posición de pronunciarse sobre las prácticas fiscales de Amazon. Pero esta vez los inversores se muestran mucho más sensible y cualquier elemento de incertidumbre desencadena las ventas, lo que provocó que la brusca caída de sus acciones se llevara por delante 53.000 millones de capitalización.

La caída se moderó cuando la Casa Blanca explicó que en este momento no hay cambio de política específico respecto a Amazon, aunque no cerró la puerta a que haya una acción en el futuro si detectan que se violan las reglas de la competencia. La incertidumbre general provoca un efecto de ventas en cascada entre los inversores, que están soltando posiciones también en otras tecnológicas.

Facebook parecía estabilizar tras más de una semana de vértigo, que le llevó a perder una cuarta parte del valor cuando se compara con el máximo a comienzos de febrero. La caída en su caso llevó a evaporar 80.000 millones de valor de mercado. El servicio de distribución de contenido audiovisual Netflix perdió casi un 5% en la sesión y acumula una corrección del 15% desde el récord hace tres semanas.

El castigo está siendo mayor para el fabricante de coches eléctricos Tesla, que este miércoles perdía más de un 7,5%. La espiral le llevó a dejarse una tercera parte de la capitalización bursátil desde el último máximo en septiembre. En su caso el factor de inestabilidad está relacionado con los cuellos de botella en la producción de nuevo utilitario Model 3 y las dudas sobre la seguridad.

Fuente: El País