La petrolera española Cepsa, controlada por el fondo emiratí Mubadala, soportó en 2018 una fiscalidad privilegiada en su país de origen, al menos en comparación con el resto de mercados donde opera. Según el informe no financiero de 2018, remitido por la firma al Registro Mercantil, la empresa abonó en España impuestos sobre el beneficio por 27,7 millones de euros. La cifra contrasta con los 521,9 millones que obtuvo de beneficio neto en el país, según el mismo informe.

La sociedad, de este modo, pagó apenas un 5,3% de su beneficio en impuesto de sociedades. Los 521,9 millones son la cifra de beneficio neto obtenida en España, ya después de impuestos, por lo que el 5,3% no es un tipo impositivo efectivo. En todo caso, la presión fiscal es la más baja para los 15 mercados de los que Cepsa publica su situación fiscal. Solamente Singapur, donde la petrolera ganó 5,37 millones y pagó 88.000 euros en impuestos presenta cifras más bajas (un 1,63%).

La empresa explica que esta discrepancia se debe a los pagos a cuenta del impuesto de sociedades: “Se trata de una cifra excepcionalmente baja, debido a que la cifra de impuestos pagados es un neto de los pagos realizados por Sociedades menos las devoluciones recibidas”. Dentro de los pagos a cuenta se incluyen rentas exentas de tributación por haber estado sometidas a la fiscalidad en sus países de origen como Argelia o Colombia.

Argelia, segundo mercado

En Argelia, por el contrario, Cepsa obtuvo 195 millones de beneficio, pero habiendo abonado 103 millones a la Hacienda del país en virtud del impuesto especial sobre la producción petrolera. En Colombia, mientras, Cepsa pagó 6,29 millones en impuestos para un beneficio de 52,7 (11,9%), en Tailandia el porcentaje escala a un 66,9% (17 millones en impuestos para un beneficio de 26).

En 2016 y 2017 la carga impositiva de Cepsa en España fue superior: el 11,1% del beneficio neto y 15,71%, respectivamente. La empresa, que provisionó 140 millones de euros por actas tributarias firmadas en disconformidad, informa este año de que se han iniciado inspecciones fiscales para la revisión de los ejercicios 2016 a 2018. “No hay ningún ejercicio fiscal de Cepsa que haya quedado sin inspeccionar en, al menos, los últimos 20 años”, explica la compañía.

Fuente: Cinco Días