Los próximos seis meses se van a hacer largos para los 760 trabajadores de la planta que Continental tiene en Rubí (Barcelona). Es el periodo de tiempo que se ha tomado la multinacional alemana para decidirsobre el futuro de la fábrica, según explicó ayer un directivo de la compañía a los sindicatos. «Nos han planteado una reindustrialización, lo que entendemos que quiere decir que quieren venderla o buscar alguna compañía que quiera comprar sus productos», explica Josep Rueda, secretario general de CC OO de Industria en la comarca del Vallès). «No comentamos rumores o especualaciones», ha respondido un portavoz de la compañía.

El nuevo terremoto que acecha a una industria española obedece a la enésima reestructuración que acomete un gran grupo multinacional que busca el retorno a los beneficios. Continental, un gigante de los componentes de la automoción con decenas de plantas por el mundo, facturó en el tercer trimestre del año 33.414 millones de euros, pero perdió 926 millones. Y, no solo eso, está abocado a reconvertir parte de su actividad para atenerse al nuevo mercado del coche eléctrico.

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Continental presentó el miércoles un plan a diez años para afrontar esa nueva perspectiva, en el que se prevé un recorte de más de 5.000 empleos sobre los 242.000 que tiene repartidos por el mundo. En sus planes iniciales, la multinacional ya ha dejado claros cinco objetivos. Cerrará dos plantas (una en Alemania y otra en Estados Unidos), lo que supondrá el despido de 1.240 empleos y reducirá la producción de otras tres (dos en Alemania y una en Italia) que supondrá otro recorte de otros 3.800 integrantes de su plantilla.

Pero en un comunicado señalaba a partea la fábrica de Rubí, que actualmente hace componentes para el tablero delantero de vehículos, una de las partes que se verá más afectadas por la electrificación y digitalización de la nueva generación de vehículos. En ese caso, afirma que la dirección de la compañía iniciará negociaciones con los sindicatos para decidir el futuro de la compañía, ya que actualmente fabrica básicamente pantallas analógicas. «Quieren reducir esa producción antes de que caiga con la llegada del vehículo eléctrico», explica Rueda, quien defiende que la multinacional nunca había dado problemas en el sentido sindical.

El anuncio de Continental agrava la situación de la industria catalana, puesto que este miércoles mismo Huayi Compressor comunicó un ERE para 164 empleados que se suma a los planteados por TE Connectivity, que acabó con 94 despidos, o Prysmian, con 487 despidos, entre otros.

Además, la automovilística Seat mantendrá paradas todas las líneas de montaje de su planta de Martorell (Barcelona) hasta el próximo lunes ante la imposibilidad de encontrar una alternativa a corto plazo a la falta de suministros provocada por el incendio de la fábrica de un proveedor. El fuego que afectó en la madrugada del pasado martes a la empresa Faurecia, situada en Abrera (Barcelona), ha dejado a Seat, su principal cliente, sin salpicaderos, lo que ya obligó a la marca dirigida por Luca de Meoa paralizar la producción en los turnos de tarde y noche de ayer, y el de esta mañana. Además, Luca de Meo rompió la semana pasada habitual silencio sobre los conflictos políticos y afirmó en una conferencia en Madrid que las manifestaciones y los bloqueos de carreteras en Cataluluña «no ayudan a los diferentes inversores a facilitar la idea de que hay que apostar» por esta región.

Fuente: El País