El nombramiento de José Luis Escrivá como ministro de Inclusión, Seguridad Social y Migraciones ha dejado a la Autoridad Fiscal sin presidente. Así que la número dos del organismo, Cristina Herrero, ha tomado este lunes las riendas de la institución encargada de velar por las cuentas públicas y creada a instancias de Bruselas. Ocupará la presidencia de forma interina, hasta que el Gobierno designe a un nuevo presidente propuesto por Hacienda y que debe validar el Congreso con una mayoría absoluta en la comisión correspondiente. De ahí que sea necesario un cierto consenso sobre una figura con la aureola de independiente.

Herrero forma parte del organismo fiscalizador desde su fundación y desempeñaba hasta ahora el puesto de directora de la División de Análisis Presupuestario de la Autoridad Independiente de Responsabilidad Fiscal (Airef).

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Es decir, era la “responsable de una de las principales funciones de la institución como garante de la estabilidad presupuestaria y la sostenibilidad de las finanzas públicas”, dice un comunicado de la Autoridad Fiscal publicado ayer.

Ahora que se busca reemplazo, cabría pensar que el propio Escrivá podría defender, ya en el Consejo de Ministros, la continuidad en la gestión del organismo. Y, por tanto, podría postular a Herrero como sucesora. La institución se ha ganado en muy poco tiempo una imagen de independencia, y mantener a Herrero en el cargo garantizaría que la Airef sigue un rumbo similar al marcado por Escrivá. Herrero es interventora del Estado, y acumula una larga carrera en el Ministerio de Hacienda analizando las cuentas públicas. En principio, su perfil parece el idóneo.

Fuente: El País