
Netflix, Amazon y Walt Disney velan armas para una épica batalla espacial en las televisiones europeas, ofreciendo las sagas más exitosas de la ciencia ficción en su lucha por dominar el mercado del streaming. Así, mientras Amazon Prime Video arranca el viernes la emisión de ‘Star Trek: Picard’, Netflix le hará su propio huevo a Spock y la nave Enterprise, al estrenar a finales de año la tercera temporada de Star Trek: Discovery’. Dos series producidas en Estados Unidos por CBS Viacom y con las que quieren combatir el imperio de Star Wars.
El 24 de marzo se estrena la plataforma Disney+ en los mayores mercados europeos. Su principal gancho es «The Mandalorian», un subproducto de Star Wars que se ha erigido en culto en Estados Unidos gracias a las críticas favorables y a un personaje, Baby Yoda, que ha sido objeto de innumerables memes.
Las nuevas audiencias se sustentan en franquicias con alto presupuesto y una base amplia de seguidores. También juegan con la ventaja de escala que las plataformas de streaming poseen sobre los productores europeos, que difícilmente consiguen producir algo ante los crecientes costes de producción y el descenso de los ingresos.
El analista de Bloomberg Matthew Bloxham asegura que nos encontramos «en una burbuja de contenido que sigue creciendo a medida que las compañías de streaming invierten en espectáculos de gran éxito». Este experto añade que resulta «virtualmente imposible» para las cadenas tradicionales producir este tipo de contenido. La bonanza interestelar no hace más que aumentar la apuesta de los gigantes de Estados Unidos por tomar el pulso a la popularidad de tres «shows espaciales» en un mismo año.
El desembarco europeo de Disney+ tiene lugar apenas unos meses después de que la plataforma aterrizase con éxito en Estados Unidos: en el mismo día del lanzamiento, consiguió 10 millones de suscripciones. Un signo de alarma para Netflix, que depende en gran medida de la evolución en Europa para el crecimiento de sus abonados. La expansión del gigante de streaming por el viejo continente si no encuentra respuestas a las poderosas franquicias de Disney, como Star Wars, Marvel o los contenidos animados de Mickey Mouse.
El principal problema para Netflix se encuentra en cómo concibe su modelo de negocio: lo apuesta todo al negocio del vídeo bajo demanda. Las cartas de sus competidores, en cambio, son variadas y de gran atractivo. Amazon, sin ir más lejos, es el gigante del comercio electrónico. Disney, además de su tradicional negocio audiovisual, cuenta con una imagen de marca consolidada, según los expertos, y con un negocio diversificado (véase los parques temáticos esparcidos por todo el mundo). Netflix lo fía todo a su plataforma de reproducción de contenidos. Tim Westcott, analista en IHS Markit Londres, asegura que la dependencia de los suscriptores limita a Netflix a la hora de «monetizar sus inversiones en contenidos».
Tanto Disney+ como Apple TV, otro de los contendientes en liza, presentan un precio de suscripción más bajo que Netflix: 6,99 euros y 4,99 euros respectivamente. Alejandro Mouriño, socio de ECIJA, una firma que asesora en Tecnología, Medios y Telecomunicaciones, piensa que el precio es una «oferta de carácter limitado», al menos en el caso de Disney+. «Se trata de una manera de viralizar la plataforma», añade por teléfono. Las suscripciones de Netflix comienzan en 7,99 euros de la tarifa básica y llega a los 15,99 euros en el caso del plan premium. Rafael Linares, productor y profesor en la Universidad Rey Juan Carlos, destaca que el gigante del streaming ya ha encarecido en el pasado sus precios, una medida a la que se ha visto arrastrado por contar con una única pata de negocio.
Los presupuestos de las producciones de ciencia ficción acostumbran a superar a los dramas ‘terrícolas’ con efectos especiales, grandes sets y estrellas como el capitán Picard de Star Trek.
Disney desembolsó 100 millones de dólares tan solo en la producción de la primera temporada de The Mandorlian, más que el coste de la mayoría de las películas con personajes de carne y hueso. Amazon y Netflix compraron a CBS los derechos de Picard y Discovery por una cantidad no revelada, pero probablemente estratorférica: el antiguo CEO de la CBS, Les Moonves, llegó a asegurar en 2016 que el acuerdo con Netflix por Discovery suponía que el show estaba completamente pagado antes de que se emitiera en el servicio de streaming de CBS.
Los reproductores de nedios europeos son particularmente vulnerables a la competición encarnizada de los gigantes del streaming por la naturaleza fragmentada del mercado local. Contadas excepciones, como Comcast Corp. Sky y Mediapro SpA, se alejan del modelo de pequeñas productoras europeas.
Los presupuestos para los programas de ciencia ficción suelen ser mucho más altos
que los dramas equivalentes que se han vuelto a poner en marcha en los efectos especiales de la Tierra,
grandes conjuntos, y estrellas de primer orden como Stewart de Picard.
Disney gastó 100 millones de dólares para hacer la primera temporada de «El
Mandalorian», más que el costo de la mayoría de las películas. Amazon
y Netflix compró los derechos de «Picard» y «Discovery» a
la red de CBS por una cantidad no revelada, pero es probable que
no pagó de menos: El ex-director general de la CBS, Les Moonves
dijo en 2016 que el acuerdo «Discovery» de Netflix significaba que el programa era
totalmente pagado antes de que saliera al aire en el propio servicio de streaming de CBS.
Los actores de los medios de comunicación europeos son especialmente vulnerables a
competencia de los gigantes del streaming, dado que los más fragmentados
naturaleza del mercado local.
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Fuente: Cinco Días