Las cadenas de supermercados belgas Delhaize y Colruyt han decidido este lunes suspender la compra de productos de la empresa cárnica española El Pozo. Las compañías distribuidoras, dos de las mayores de Bélgica, también han retirado de sus estanterías el stock que ya estaba a disposición del cliente. La medida ha llegado ante la denuncia de la ONG Animal Rights, que acusa a El Pozo de maltrato animal. Las imágenes grabadas en una granja de Murcia por la organización Igualdad Animal y el programa Salvados de La Sexta, en las que aparecen cerdos desnutridos, enfermos, animales muertos en los mismos corrales que los vivos o cerdos que se comen a los compañeros de jaula, han precipitado que ambas compañías se replanteen su relación comercial con la empresa española. 

Tras la emisión de las imágenes, El Pozo negó que los animales que aparecen en el reportaje formen parte de su cadena de producción. «Jamás entrarían. Los controles estipulados por la legislación española y por la propia empresa hacen inviable esta posibilidad», aseguró en un comunicado.

Por ahora, las dos cadenas de supermercados belgas solo han anunciado la apertura de una investigación y no un veto definitivo, pero en medio de la presión de las organizaciones ecologistas, las pesquisas pueden culminar en un rechazo permanente a adquirir artículos de El Pozo. «Podemos confirmar que hemos retirado todos los productos —siete referencias— de proveedores de El Pozo. También hemos suspendido temporalmente nuestra relación para analizar la situación y definir un plan de acción», ha señalado a EL PAÍS el portavoz de Delhaize, Roel Dekelver. Ante la propagación de vídeos que vinculan a El Pozo con presuntas malas prácticas en el trato a los animales, Delhaize ha ido más allá, y permite a los clientes que ya hayan adquirido alguno de sus productos en sus cerca de 140 establecimientos devolverlo sin coste alguno.

La otra cadena, Colruyt, comercializaba un único producto de la compañía española, pero también ha hecho pública su decisión. «Como resultado de las estremecedoras imágenes, se ha dado la orden a todos nuestros establecimientos de que retiren esta referencia de las estanterías con efecto inmediato», ha informado en un comunicado.

Junto al coste comercial de su desaparición de las estanterías —las dos cadenas suponen casi la mitad del mercado belga—, El Pozo afronta una crisis reputacional que amenaza con extenderse a otros países europeos. El grueso de la prensa belga se ha hecho eco de las acusaciones de maltrato animal a la vez que emitía los vídeos de las granjas grabados por Igualdad Animal, lo mismo que han hecho otros medios británicos o alemanes.

Fuente: El País