Los legisladores de EE UU están apuntando al objetivo correcto con Facebook. Si apretarán el gatillo es otra cuestión.

El martes, los senadores interrogaron al presidente y CEO, Mark Zuckerberg, durante su primera comparecencia sobre las prácticas de su empresa con los datos. Los políticos a menudo sobreactúan con largas y egocéntricas discusiones, pero a Zuckerberg le acribillaron con preguntas bastante incisivas que llegaron al meollo.

El modelo de negocio de Facebook depende casi totalmente de la publicidad. A cambio de permitir su uso gratuito, extrae información para venderla a las marcas.Los miembros de la comisión parlamentaria entienden que Facebook se lleva la mejor parte del trato. Los confusos términos del servicio, escritos en un lenguaje difícil de entender, oscurecen la verdadera naturaleza del acuerdo. Puede que Facebook esté proporcionando herramientas para que los miembros accedan a toda su información y controlen con quién la comparten, pero su implementación efectiva no es fácil.

Incluso Zuckerberg reconoció que el usuario medio no entiende los términos del servicio ni los lee. Pero en la práctica defendió el statu quo, al decir que pocos se molestarían en leer una descripción más detallada de los términos.

El CEO provocó dudas sobre si Facebook adoptaría el nuevo Reglamento de Protección de Datos europeo en un ámbito mayor. En mayo, las redes sociales deberán obtener consentimiento expreso para utilizar datos. Facebook ha dicho que pretende adoptar estas políticas en otros lugares, incluso en EE UU, pero se ha reservado aclarar cómo.

El senador Lindsey Graham planteó la gran cuestión cuando preguntó a Zuckerberg por qué se debería permitir que Facebook se autorregulara. Zuckerberg dijo que estaría abierto a “la regulación adecuada”, y ambas partes se contentaron con dejar ahí el asunto. Eso puede explicar por qué las acciones de la empresa terminaron la jornada con un 4,5% de subida.

Sin embargo, mientras el carácter publicitario de su negocio siga entrando en conflicto con la privacidad de los usuarios, no se puede confiar en ella para que se controle a sí misma.

Los autores son columnistas de Reuters Breakingviews. Las opiniones son suyas. La traducción, de Carlos Gómez Abajo, es responsabilidad de CincoDías.

Fuente: Cinco Días