El presidente mundial de Huawei, Ken Hu, arremetió ayer contra EE UU por infundir miedo sobre la compañía y aseguró, en su primera rueda de prensa con periodistas internacionales tras la detención en Canadá de la directora de finanzas de la empresa, Meng Wanzhou, que planean gastar 2.000 millones de dólares durante los próximos cinco años en ciberseguridad. ¿El objetivo? poner fin a todas las dudas relacionadas con la seguridad asociada a sus equipos.

“Sabemos que hay preocupaciones, por lo que estamos dispuestos a tomar todas las medidas necesarias”, añadió Hu, quien advirtió, según Bloomberg, que poner a Huawei en una lista negra sin pruebas solo perjudicará a la industria y obstaculizará la llegada a todo el mundo de la tecnología móvil 5G. El directivo criticó que lo que están haciendo EE UU y otros gobiernos que han vetado sus equipos “no es poner el foco en cómo mejorar y perfeccionar la tecnología, sino en especular poniendo el foco hacia una compañía específica por consideraciones políticas”.

“Creemos que cualquier denuncia sobre la seguridad debe basarse en evidencias objetivas; sin ellas, no aceptamos las acusaciones”, defendió Hu, que no quiso entrar a valorar qué pasará si finalmente EE UU, que está preparando su caso contra Meng, le impusiera una sanción como la de ZTE prohibiéndole comprar productos a proveedores estadounidense, algo que la puso al borde del precipicio. Según Bloomberg, Hu no quiso hacer comentarios sobre algo que aún no ha sucedido, pero remarcó que Huawei ha pasado años diversificando una cadena de suministro que hoy abarca 13.000 socios e involucra más de 70.000 millones en compras al año. El directivo admitió que cuanto más global sea su cadena de suministro, más vulnerable podría ser. “Pero todos los países involucrados son interdependientes, y si algún vínculo de la cadena se obstruye, perjudica al desarrollo de la economía global y la cadena de suministro de la industria en general”.

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Las declaraciones de Hu coincidieron este martes con una información de Bloomberg que advertía sobre un aumento en la presión de EE UU sobre Alemania para que esta prohíba el uso de la tecnología 5G de Huawei. La agencia dijo que el pasado viernes una delegación estadounidense se reunió con homológos alemanes en el Ministerio de Exteriores en Berlín para hablar sobre los supuestos riesgos que plantea el gigante chino. Según las fuentes citadas, EE UU es optimista en cuanto a que sus advertencias estarían siendo escuchadas, aunque admiten que las conversaciones están en fase inicial y no han alcanzado acuerdos concretos por ahora.

Dicha reunión en Berlín ha tenido lugar después de que Deutsche Telekom dijera días atrás que volverá a evaluar su estrategia de compra de tecnología Huawei. Sin embargo, y pese a las duras advertencias de EE UU sobre Huawei y su supuesta ayuda al ciberespionaje del Gobierno chino, la posición de Alemania (un país que no ha olvidado que su presidenta, Angela Merkel, fue espiada por la NSA, según los documentos filtrados por Edward Snowden) no está tan clara.

Hace unos días, la Oficina Federal Alemana para la Seguridad de la Información (BSI) dijo a Der Spiegel que no ve evidencia concreta de la sospecha de espionaje contra Huawei y que se opone a la prohibición de la compañía en la construcción de las futuras redes 5G del país. “Para decisiones tan serias como la prohibición, se necesita una prueba, y no la tenemos”, dijo el presidente de BSI, Arne Schönbohm. Este añadió que Huawei abrió el pasado noviembre su “laboratorio de seguridad” en Bonn en su presencia donde los clientes alemanes pudieron inspeccionar, entre otras cosas, el código fuente de sus productos. Schönbohm añadió que le gustaría ver instalaciones similares de otras empresas.

La decisión final que adopte Alemania (al igual que la de otros países europeos) resultará crítica para las ambiciones de Huawei en Europa, su mercado más grande tras Asia. De momento, Hu aseguró ayer que, pese a los esfuerzos para causar miedo en torno a su empresa, “nuestros clientes siguen confiando en nosotros”. El directivo dijo que han cerrado 25 contratos comerciales de 5G, por encima de los 22 que había anunciado, y prevén superar los 100.000 millones de dólares de ingresos este año, un 8,7% más que en 2017.

Fuente: Cinco Días