El grupo de distribución, Eroski, vuelve a tener beneficios por segundo año consecutivo después de nueve seguidos de pérdidas, pero las exigencias contables le han afeado las cifras. La facturación cayó un 2% en 2018 hasta los 5.393 millones de euros, mientras que el beneficio consolidado cayó un 96% hasta los 1,9 millones después de dotar 18 millones para cubrir riesgos, frente a los 33 millones del resultado de 2017. Agustín Markaide, presidente de la cooperativa de distribución, justificó ese descenso por la entrada en vigor de la nueva normativa contable NIIF9, mucho más exigente a la hora de cubrir riesgos, pero se mostró satisfecho porque el resto de los datos son positivos.

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La caída del 2% de las ventas la explicó porque han dejado de explotar 60.000 metros cuadrados, un 4,3 % menos que en 2017, debido a las desinversiones en curso, pero representa un incremento del 0,7% si se excluye «el perímetro de hipermercados del sur, que es donde hicimos las operaciones de ventas», por lo que estas cifras las consiguen «prácticamente a superficie constante».

Markaide ha afirmado durante la presentación de los números de 2018 que «nos llevan a tener una valoración magnífica, porque el resultado operativo es fruto de mejoras en el negocio, de mejoras en eficiencia y también en la tienda que se ofrece al cliente». Así, ha destacado que «donde más porcentaje de tiendas hemos transformado mejor comportamiento de las ventas y resultados hemos tenido», ha remarcado, para indicar que el Ebitda del grupo asciende a 251 millones, nueve más que en 2017.

Antes de este julio, Eroski debe cerrar el acuerdo del 25% de la deuda con 14 bancos, y está obligado a afrontar la amortización de 455 millones y buscar socios para sus más de 40 filiales no cooperativas -las tiendas de artículos de deporte de la marca Forum y las gasolineras-. La entrada de accionistas en las filiales no cooperativas forma parte del acuerdo de refinanciación por 1.538 millones de euros pactado en marzo con 5 bancos.

Markaide, ha explicado que para cumplir esa serie de hitos también se prevé la desinversión en activos no prioritarios, en su mayor parte inmuebles. Para facilitar la entrada de posibles inversores, Eroski constituirá un holding con el resto de sus sociedades participadas del que dejará fuera a Eroski S. Coop, la matriz de la cooperativa.  Precisamente la matriz, ha mantenido el crecimiento ya que ganó 13 millones en 2017 y 14 en 2018. Tampoco formarán parte del holding al que entrarán los nuevos inversores, las agencias de viajes y las tiendas que están en venta.

Para 2019, el grupo de distribución espera repetir ventas. El ritmo de aperturas seguirá siendo moderado y se centrará en crecer en Cataluña, con la marca Caprabo. En 2020, Eroski impulsará el comercio de proximidad.

Especialmente satisfecho se mostró Markaide de que el acuerdo con los bancos incluye la desaparición de la cláusula de garantía que hacía referencia a la transformación de Eroski de cooperativa a sociedad anónima para facilitar la venta de cualquiera de sus activos o la entrada de nuevos accionistas. Esa garantía se sustituye ahora por la posible entrega de acciones de las participadas integradas en el holding. El nuevo acuerdo con los bancos “nos da estabilidad financiera a largo plazo”, según Markaide.

Fuente: El País