Mercedes Benz España aumentó su beneficio neto el año pasado un 88%, hasta los 132,4 millones de euros. Este gran incremento de la ganancia se debió a la venta de la antigua fábrica que tenía Daimler (la matriz) en el barrio Sant Andreu de Barcelona, que fue adquirida por Conren Tramway, una sociedad gestora de inversiones inmobiliarias. La transacción le reportó a Mercedes unos ingresos de 56,2 millones, según sus cuentas recién registradas. Por su parte, las ventas de la filial española ascendieron a 5.461 millones, un incremento del 1,33%.

La fábrica que la compañía tiene en Vitoria (donde ensambla las furgonetas Vito y Clase V) produjo el año pasado 146.012 vehículos, 4.238 unidades menos que en 2017. “Factores como el Brexit, la incertidumbre en Turquía y el nuevo ciclo de medición de consumos y emisiones WLTP, han tenido un impacto directo sobre la automoción, y el sector español no estuvo exento. Las casas matrices han tenido que revisar sus previsiones y realizar ajustes a la baja durante 2018”, explicó la empresa en el informe de gestión.

Y añadió que “el mapa futuro del sector de la automoción se verá marcado por los componentes tecnológicos, digitales y la innovación, para los cuales las empresas del sector deberán contar con la capacidad crediticia y productiva para poder asumirlos (…) Se espera que el comportamiento de la demanda de coches en 2019 sea similar al 2018, principalmente porque los consumidores se encuentran en un momento de confusión e incertidumbre”.

Litigios contra Daimler

A pesar de estos buenos resultados, la firma KPMG, que fue la encargada de la auditoría de las cuentas, advierte de los juicios abiertos contra Daimler. “Existen determinadas reclamaciones por posibles defectos en nuestros vehículos, algunas de las cuales han sido presentadas en forma de una demanda colectiva. Si tales procesos judiciales se resuelven en contra de Daimler, se podrían producir considerables pagos por daños e indemnizaciones, acciones de reparación, campañas de retirada, multas u otras costosas medidas. Los procedimientos jurídicos también pueden afectar parcialmente a la reputación del grupo”, se indica en las notas sobre los estados financieros consolidados.

Las denuncias contra Daimler son por haber falseado las emisiones de dióxido de nitrógeno de algunos modelos, por supuestas prácticas monopolísticas y por el escándalo de los airbags de la empresa Takata, cuyo inflador defectuoso provocó varias muertes.

“Mercedes Benz Canadá está acusada, junto con otras empresas de Takata y otras compañías que vendían vehículos con generadores de gas para airbags Takata, de haber actuado de manera supuestamente negligente a la hora de vender estos vehículos, de no haberlos retirado con la celeridad necesaria y de no haber proporcionado un nuevo generador de gas para airbags apropiado”, señala la auditoría.

Una planta que solo produjo coches diésel

Vitoria. Daimler está reduciendo gastos en toda su estructura mundial. En la planta vasca dicho recorte será del 16%, según comunicó la dirección de la factoría a sus empleados en mayo. La compañía señaló que para llevar a cabo la medida no será necesario recortar plantilla y desde sindicatos aseguraron “estar tranquilos hasta agosto”, ya que hay trabajo. La producción de la fábrica de Vitoria fue enteramente de vehículos diésel en 2018 (este año se suma la Vito eléctrica). “Es por ello que las declaraciones de la ministra Ribera, [la titular de la cartera de Transición Ecológica, que dijo que el gasóleo tenía los días contados] fueron entonces un bombazo para nosotros”, indicaron en la empresa.

Fuente: Cinco Días