El Corte Inglés pretende dar un paso de gigante durante 2019 para reducir su deuda. A 28 de febrero de 2019 esta alcanzaba los 3.367 millones de euros, un recorte de 467 millones de euros en comparación con el cierre del ejercicio 2017, un 12,2%, y alrededor de un 40% menos respecto al pasivo que alcanzó durante la crisis.

Las continuas desinversiones realizadas en los últimos meses explican el recorte de la deuda. Sobre todo la venta de seis activos inmobiliarios, las tiendas de Colón (Valencia), Parquesur (Leganés), La Vaguada y Princesa (Madrid), y Gran Vía (Bilbao). Por ellos, El Corte Inglés percibió 342 millones de euros, siendo la operación conjunta de La Vaguada y Parquesur, adelantada por CincoDías el 18 de diciembre del año pasado, la más cuantiosa: 160 millones de euros. El comprador es la mayor inmobiliaria europea, el gigante Unibail-Rodamco-Westfield.

Todas las ventas se ejecutaron con un acuerdo de alquiler que permite a El Corte Inglés seguir operando los inmuebles. Entre todos ellos paga 14,4 millones de renta anual. El contrato que vencerá antes es el de la calle Princesa, este septiembre. El del alquiler más caro es el de Colón: 3,6 millones.

Pero el gran mordisco a la deuda se producirá durante 2019. Al menos, esa es la intención de la compañía, que espera obtener alrededor de 1.000 millones de euros por la venta de activos inmobiliarios, sobre todo los incluidos en la cartera de 95 edificios que lanzó al mercado el pasado mes de abril. “Hemos recibido mucho interés y decenas de ofertas no vinculantes que estamos tratando de digerir para ejecutar durante del ejercicio”, apuntaron el viernes fuentes de la compañía. Aunque solo se ha recibido una oferta por la totalidad de los activos, hecha por el fondo Apollo, la idea del grupo es acometer ventas individuales o por paquetes. ‘“El enfoque es maximizar cada venta que hagamos”, resaltan desde la empresa. Tampoco se descartan operaciones como las acometidas en mayo con los centros de Bahía Sur (Cádiz) y Los Arcos (Sevilla), vendidos a Castellana Properties por 36,8 millones y que no estaban en esta cartera. Estos no han sido alquilados y cerrarán.

Otra posible vía de ingresos es la venta de la división informática (Iecisa). Según El Confidencial, el grupo ha mandatado la búsqueda de comprador a PwC por unos 350 millones. Mientras que en la empresa descartan de pleno vender la agencia de viajes o la aseguradora, respecto a Iecisa optan por no hacer comentarios.

De conseguir esos 1.000 millones, El Corte Inglés recortaría en casi un tercio su deuda actual. El objetivo es que esta represente dos veces el ebitda al cierre de 2019, que, según la previsión de la empresa, volverá a crecer. En ese punto dejaría de acometer desinversiones. A cierre de 2018, este ratio era de 2,9 veces el ebitda.

Grado de inversión

Entieden desde El Corte Inglés que lograr ese ratio les permitiría operar como si tuviera el grado de inversión. En la actualidad, su rating está dos escalones, según las calificaciones de Moody’s y Standard & Poors. Axesor sí le concedió el grado de inversión a los 690 millones en bonos que tiene en el mercado y que vencen en 2024.

“El grado de inversión te da flexibilidad y mejores precios para financiarte”, dicen fuentes de El Corte Inglés, que afirman: “El mercado nos está reconociendo como grado de inversion, los bonos cotizan como tal”. Estos están en mínimos de rentabilidad, por debajo del 2%. Sin embargo, desde el grupo reconocen que las agencias tardarán en conceder esa calificación, algo que también depende de la mejora de los beneficios y eficiencia de costes: “Están en los objetivos marcados”, explican en la empresa. Ese grado de inversión difícilmente llegará en 2020.

Fuente: Cinco Días