La cartera inmobiliaria de El Corte Inglés se ha convertido en la principal vía del gigante de los grandes almacenes para reducir sus niveles de deuda. Primero a través del fallido proyecto Green, por el que encargó a PwC la búsqueda de compradores para 96 de sus activos, y después con la creación de una filial dedicada estrictamente a la gestión de unas propiedades que valora, en base a una estimación de Tinsa, en 17.000 millones.

Pero antes ha tenido que poner en orden todas las inversiones inmobiliarias que ha ido acumulando durante sus casi 80 años de historia. Y eso también ha incluido alguna adquisición reciente.

Las cuentas anuales de su filial Asón Inmobiliaria de arriendos, bajo la que gestiona la Torre Azca de Madrid [actual sede de EY y donde antes se levantaba la extinta Torre Windsor], reflejan la adquisición del grupo Iniciativas Inmobiliarias Valderas (Inivasa) el 28 de febrero de este año, fecha de cierre del ejercicio 2018. El precio fue de 87,8 millones de euros, que pudo ejecutar gracias a una inyección a sus fondos propios por valor de 84 millones de euros realizada por su socio único, que no es otro que El Corte Inglés. En sus cuentas, Asón indica que Inivasa es “propietaria de otros inmuebles en España y Portugal”.

Esta operación aparece referenciada en la memoria financiera del grupo que preside Marta Álvarez. En ella indicaba que Asón había “adquirido el 100% del Grupo Inivasa, cuya principal actividad es la tenencia y arrendamiento de determinados inmuebles”.

En cambio no especificaba la cuantía, solo que “el impacto contable de tal adquisición no ha sido significativo”. En ese documento Inivasa ya aparecía incluida dentro del perímetro de consolidación de la compañía, y con ella otras cuatro filiales, tres de ellas portuguesas, también dedicadas a la actividad inmobiliaria.

Fuentes de El Corte Inglés consultadas explican que esta sociedad ya pertenecía al perímetro de influencia del grupo de distribución, y que la compra de la totalidad de su capital por parte de Asón, y su inclusión en el perímetro de consolidación del grupo, se enmarcan en el proceso de “ordenación” de la cartera inmobiliaria que la empresa ha acometido en los últimos meses.
Así también se explica la compra de otra compañía inmobiliaria, Promociones Inmobiliarias Gallegas, aunque por un precio mucho menor, de 166.000 euros. El auditor de Asón, A. B. E. Auditores, hace referencia a ambas adquisiciones, reseñando que obtuvo un informe de valoración de Inivasa y sus filiales portuguesas realizado por un experto independiente que “soporta el precio pagado”.

A los 87,8 millones abonados por la compra de esta sociedad hay que añadir una ampliación de capital de 25,3 millones, como aparece en el Boletín Oficial del Registro Mercantil (Borme) del 22 de marzo. Desde mayo aparece como su administrador único Óscar Fernández de Llano, director financiero del grupo. En total, la inversión se eleva por encima de los 110 millones.

Inivasa fue fundada en 1982. En sus cuentas de 2018 reflejaba unas pérdidas superiores a los 11 millones de euros y unos activos inmobiliarios por valor de 142 millones. Aunque no lo especifica en su memoria financiera, este periódico ha podido comprobar que Inivasa fue la propietaria en primer término del terreno donde se construyó el centro comercial de San José de Valderas, en Alcorcón. Luego lo vendió a Hipercor. Las cuentas de Inivasa también reflejan una inversión de 1,7 millones en el capital de Editorial Ecoprensa, editora de El Economista.

Torre Azca

Por su parte la propietaria directa de esta sociedad, Asón, que además de contar entre sus activos con la Torre Azca explota el Edificio Marbella, donde la Audiencia Provincial de Madrid tiene su sede en régimen de alquiler, cerró el ejercicio 2018 con un beneficio neto de tres millones de euros, uno más que en el año anterior, después de incrementar un 18% su cifra de negocios hasta los 11,9 millones.

Esta cantidad la genera principalmente con el alquiler de los espacios de Torre Azca, arrendados a la consultora EY, que fijó en ella su sede en España. Los ingresos generados por este inmueble fueron de 9,9 millones, como detalla en las cuentas. EY ocupó entre finales de 2016 y principios de 2017 hasta 11 plantas del edificio, que suman una superficie total de unos 22.000 metros cuadrados. Asón pasó de una facturación de cerca de 3 millones a superar los 10 una vez culminada la mudanza.

Fuente: El País