Fernando Restoy, presidente del Instituto Financiero de Estabilidad desde hace un año, un organismo del Banco de Pagos Internacionales (BPI) de Basilea, ha realizado este miércoles en la Comisión de Investigación sobre la Crisis Financiera que se lleva a cabo en el Congreso una descripción sin autocrítica de sus actuaciones como subgobernador del Banco de España y como presidente del FROB. Sin embargo, aprovechó su comparecencia para lanzar un duro mensaje contra el Ministerio de Economía, tras haber mantenido en el pasado fuertes encontronazos con su titular, Luis de Guindos, motivo por el que, según algunas fuentes, abandonó Restoy su puesto en el Banco de España antes de finalizar su mandato. «En cuanto a la arquitectura institucional, sería conveniente corregir algunas singularidades de nuestro modelo de vigilancia del sistema financiero, como la falta de independencia funcional de algunos supervisores sectoriales», afirmó al final de su discurso.

MÁS INFORMACIÓN

En enero de 2016 Restoy pidió que la Dirección General de Seguros saliera del Ministerio de Economía, en donde todavía está incorporada, y que la CNMV (el regulador bursátil) tuviera más responsabilidades. Ante estas palabras, Economía respondió con un duro comunicado responsabilizando al Banco de España de las pérdidas que sufrieron los contribuyentes en la crisis bancaria. Guindos también ha afirmado en el Congreso que los supervisores siguieron indicaciones del Gobierno socialista para dar luz verde a la ruinosa salida a Bolsa de Bankia.

El alto funcionario español, considerado uno de los de mayor categoría internacional, concretó sus peticiones al reclamar «la creación, posiblemente en torno a la actual CNMV, de una agencia supervisora integrada de las normas de conducta y de protección del inversor que incluya un mecanismo vinculante de resolución de disputas entre todo tipo de entidades financieras y sus clientes».

Además de esta petición, Restoy afirmó que existen «tareas pendientes», es decir, normas importantes que no tiene España y que sí disponen otros países europeos para frenar el sobreendeudamiento bancario, la raíz de la crisis. Reclamó que «no se demore más la creación de una autoridad macroprudencial, en el ámbito del Banco de España, siguiendo el ejemplo de la mayor parte de las jurisdicciones de nuestro entorno y las recomendaciones de la Junta Europea de Riesgo Sistémico y del Fondo Monetario Internacional».

«Si hubo presiones políticas al supervisor por Bankia lo desconozco, pero no digo que no existieran»

Los portavoces de los grupos parlamentarios coincidieron en preguntar a Fernando Restoy, exvicepresidente de la CNMV, sobre el papel de la CNMV y del Banco de España en la salida a Bolsa de Bankia y hasta qué punto existieron e influyeron en suavizar las condiciones. En referencia a si hubo llamadas interesadas para forzar que las empresas o bancos compraran acciones de Bankia para ayudarle en su salida, Restoy fue claro al responder que «si hubo presiones, no lo conozco, pero no digo que no existieran».

No obstante, afirmó que si lo que se quiere saber es si «fue una operación política, la respuesta es sí porque se originó por un real decreto del Gobierno que rebajaba las condiciones de capital si se salía al mercado. Por cierto, ese decreto tuvo un amplio apoyo parlamentario», en velada referencia al apoyo del PP, que ahora critica la operación.

Restoy concretó que en la CNMV «no hubo presiones para suavizar los requisitos, todo lo contrario, ya que se alargaron las competencias para aplicar normas severas que debía cumplir en su folleto de salida al mercado».»Solo se podía hacer lo que hicimos, no teníamos normas para exigir más condiciones», resumió, tras recordar que le rebajaron a Bankia su precio desde casi 5 euros a 3,75 euros por acción.

Sobre el papel del Banco de España afirmó que fue «técnica y profesional, sin ninguna relajación. Todos éramos conscientes de la gravedad de nuestra actuación», en relación con la configuración de Bankia.

Explicó que el 80% de los titulares de las preferentes y de los tenedores de acciones de Bankia y otras entidades intervenidas han recuperado su patrimonio. «Los que de verdad han perdido con esta crisis han sido los contribuyentes, con gran coste económico y social».

En cuanto al Popular, afirmó que era un banco «vulnerable» por su exposición inmobiliaria y destac que la entidad provisionó en sus últimos años unos 30.000 millones desde el comienzo de la crisis, lo que supone el 10% de todo el sistema, cuando el banco tenía una cuota de mercado del 6%. «El Popular era un banco vulnerable, con una exposición muy amplia al sector inmobiliario, adquirida en el último momento del ciclo alcista, además», apuntó.

En este mismo terreno pidió que se «revise el abanico de instrumentos» de la legislación que no tienen «algunos instrumentos que en otras jurisdicciones se han mostrado particularmente efectivos para contener desequilibrios macrofinancieros, como el exceso de endeudamiento o la sobrevaloración de los precios de la vivienda, similares a los que la economía española experimentó antes de la crisis y que, en gran medida, explican, su desencadenamiento y gravedad».

Medidas que todavía no existen

Entre las que medidas que sorprendentemente todavía no tiene el supervisor español, tras 10 años de crisis financiera, están «la introducción de límites a la relación entre el volumen prestado y el valor de la garantía en los créditos hipotecarios o la posibilidad de imponer restricciones o penalizaciones prudenciales en los casos en que el volumen prestado o la carga financiera asociada superen determinados porcentajes de la renta disponible del prestatario».

También recordó un tema que depende de Economía y que no ha cuajado pese a varias tentativas por sus dificultades de encaje político, según fuentes financieras. Restoy apuntó «que procede profundizar en la reforma del sector cooperativo, tal y como el Banco de España viene proponiendo desde hace tiempo, con el fin de adaptar el sector al nuevo contexto regulatorio y competitivo sin que ello implique la desaparición de sus señas de identidad. Estas reformas deben no solo promover la integración de las cooperativas en grupos que permitan la mutualización y diversificación del riesgo sino que, también, deben buscar el perfeccionamiento de los esquemas de gobernanza y establecer normas para adecuar sus aportaciones al capital».

Sobre la crisis, Restoy comentó que en su origen los problemas «se vieron sin duda acentuados por unas políticas económicas poco contracíclicas en el auge, y una excesiva asunción de riesgos crediticios por parte de un sistema financiero sobredimensionado que las autoridades públicas no pudieron contener. Estas insuficiencias de las políticas públicas se produjeron, en gran medida, como consecuencia de las dificultades objetivas para prever un escenario global tan adverso como el observado a partir de 2008».

Todas las fuerzas políticas criticaron la falta de autocrítica y cuestionaron el papel de la CNMV en la salida a Bolsa de Bankia, recordando las críticas a las cuentas del banco del Tribunal Supremo que ha apuntado el maquillaje de sus estados contables.

Fuente: El País