No tengo ordenador”, confiesa Maribel Verdú (Madrid, 1970), “pero si pierdo el móvil me da algo: es mi contacto con el mundo”. La actriz, que estrena El doble más quince, de Mikel Rueda —en la que los protagonistas se conocen por un chat de sexo—, reconoce no tener tiempo ni para los grupos de WhatsApp (“los borro, me ponen nerviosa”) ni para el feedback de Facebook: “Me salí porque me vi superada, incapaz de responder a todos los mensajes”. Solo se la encontrará en Instagram porque “me divierte, los fans pueden ver lo que haces y las fotos son bonitas”.

En cuanto a la exposición pública, “es cosa de cada uno. Yo subo una foto con mi chico una vez al año”. Con la tableta lee los guiones (“pero luego los necesito en papel”) y devora series en streaming: “Tengo todas las plataformas. Me gustan mucho Filmin y HBO. Ya no concibo ver anuncios o esperar al episodio de la semana”. Por eso, la televisión lineal, en contadas dosis. “Solo enciendo el televisor si ruedo temprano fuera de Madrid, para sentir que no estoy sola y que hay otros a los que han maquillado antes”, bromea.

Sobre el uso de la tecnología, la ganadora de dos premios Goya llama al sentido común. “Como todo en esta vida, es útil si es práctica, te aporta o entretiene. Pero mal usada es una mierda”. Y si pudiera interpretar un personaje techie: “Molaría ser la hacker de la serie 24 horas”.

  • Altavoz de diseño

“La música es mi vida”, confiesa Maribel Verdú, que dice llevar encima siempre un altavoz inalámbrico. “Antes que ver la televisión prefiero escuchar música, así que allí adonde voy siempre tengo un altavoz. Uno de la marca JBL lo guardo en el teatro, también tengo un Bose divino. El último que me regaló mi chico fue un Bang & Olufsen, de forma ovalada, ideal”.

Fuente: El País