Con más de 40 años de experiencia acumulada en resolver situaciones de insolvencia, Francisco Prada Gayoso fundó su despacho en 1979. Su firma ha trabajado para resolver crisis empresariales de relevancia como FESA (hoy Fertiberia), MSP (actual Coto Minero Cantábrico) y el Grupo IGS/PSV, además de gestionar los concursos de acreedores de los equipos ce fútbol Celta de Vigo y Deportivo de la Coruña.

En su despacho, ubicado en la calle Génova de Madrid, Prada Gayoso atiende a CincoDías y explica las novedades de la nueva directiva europea de insolvencias y cómo puede ayudar a las empresas a solventar situaciones de dificultad financiera.

Se acaba de aprobar la directiva europea sobre las insolvencias, ¿qué va a aportar a las empresas que se encuentran en proceso de concurso de acreedores?

Los procesos de insolvencia en España son completamente ineficaces. La enorme mayoría, más del 90% terminan con la liquidación de la empresa, generalmente mal ejecutada. Sucede porque en España l es muy frecuente que el proceso tome cinco, seis o diez años. Eso es totalmente inadmisible. No hay empresa que pueda aguantar en condiciones normales una duración de procedimiento tanto tiempo.
Teniendo en cuenta este diagnóstico, la directiva se apoya en tres pilares. En primer lugar, los sistema de reestructuración preventiva. Estas medidas parten de que se establezca en cada país unas señales de alerta temprana, datos en los que se aprecie que la empresa no marcha bien, como el no atender a los pagos de la seguridad social, los impuestos o retrasos en las nóminas. Entonces, se establece la necesidad de que el estado adopte un mecanismo para advertir de que probablemente debería adoptar alguna medida. El segundo pilar regula los procedimientos de insolvencia y el tercero es la exoneración de deuda. Es decir, que el deudor que haya pasado por un procedimiento, si no ha podido poner solución, tiene que habilitarse un sistema por el en un plazo máximo de tres años esta persona quede liberada de cualquier responsabilidad, salvo que se aprecie mala fe.

¿Por qué son ineficaces los concursos en España?

En España el 90% de los procesos de concursos terminan en liquidación, pero como pasa con todas las estadísticas se pueden usar mal. Se suele pasar por alto que en España hay unos 4.000 procesos concursales al año. Este número es ridículo por el tamaño de nuestro sistema económico empresarial. El número debería ser de 10.000 o 12.000. En Portugal hay 6.000 concursos al año y tiene una estructura empresarial bastante inferior. Francia supera los 25.000 y Alemania los 60.000. La ineficacia se debe a muchas reformas que se han llevado a cabo y el empresario al final procura agotar antes todos los medios que le parece que tiene a su alcance y el concurso es ya el último recurso.

¿Se ha creado un estigma en torno a la empresa que acude a un concurso de acredores?

Si hiciéramos que los empresarios notasen que esto es un sistema lógico, entrarían antes en concurso, habría del orden de 10.000 y probablemente de todos ellos, 4.000 irían a liquidación, pero 6.000 se habrían reestructurado a tiempo. Porque el concurso es un procedimiento que si se aplica a su debido tiempo y se enfoca profesionalmente puede permitir que las empresas sigan adelante y salga bien. Nosotros tenemos un 50% de empresas que han salido adelante después del concurso y siguen funcionando.

¿Cuándo debería una empresa acogerse al concurso?

El empresario normalmente conoce a otro empresario que entra en concurso, ve lo que le ha pasado a su conocido y se desincentiva. La empresa debería contactar con un profesional tan pronto empiece a observar que hay dificultades, que las ventas han empezado a bajar. Es ahí cuando un profesional debe hacer un diagnóstico de lo que sucede y por qué sucede y qué medidas se pueden adoptar.

¿Cuáles son las claves para salir del concurso?

El concurso tiene siempre dos salidas. La buscada es un convenio y eso significa un acuerdo entre el deudor y sus acreedores en el que se expone que no se puede pagar lo que se les debe, pero puede pagar una parte. Eso requiere elaborar con seriedad un plan de viabilidad. Es un documento de trabajo que trata de reflejar cual es la situación de la empresa y cómo puede salir adelante. Un plan de viabilidad tiene que soportar una propuesta razonable de convenio.

Usted ha llevado los concursos de equipos de fútbol como el Deportivo de la Coruña, y el Celta de Vigo. Muchos equipos pasan por el proceso y se salvan, ¿que diferencias hay respecto a las empresas?

Casi todos los clubes han pasado por el concurso. El fútbol está abocado siempre al concurso de acreedores porque las decisiones se toman en base a previsiones. Si un club está en dificultades y considera que a su afición le debe ofrecer unos resultados mejores para eso hay que contratar a futbolistas mejores que cuestan mucho dinero.  Al final ven que no pueden cumplir esas previsiones, bajan de categoría y muchos futbolistas tienen cláusulas que solo juegan en primera división, por lo que acaban entrando en concurso. Pero en el fútbol hay un factor que juega a favor y es que la gente, los acreedores y los futbolistas quieren que el equipo se salve. También hay una cosa que funciona y es es una especie de señal de alerta. Y es que si el 30 de junio no se ha pagado, los futbolistas plantean una denuncia.

Muchas veces en las cuentas de resultados se incluyen indicadores extraños. ¿Cómo se puede detectar que una empresa está en dificultades?

Normalmente las empresas presentan sus cuentas anuales y las depositan en el registro mercantil y quedan a disposición de todos. En ocasiones el empresario dice que sus últimas cuentas están referidas al 31 de diciembre y hace algo más actualizado, un avance y esto es el cuento de la lechera. Lo que ponen ahí son unos balances totalmente maquillados. El caso más conocido de los últimos años es Pescanova. Se descubrió que las cuentas de los últimos años eran una pura ficción y pasó con más compañías, no solo en España. No se puede decir que esté generalizada la práctica de falsear cuentas, pero con frecuencia se pueden observar cuestiones llamativas: crecimiento, volumen de negocios que no esté en consonancia con el sector.

¿Cómo se dan cuenta de que una empresa ha maquillado las cuentas?

Nosotros utilizamos un sistema de análisis. Y hoy hay indicadores que están disponibles en informes, bases de datos, que facilitan la información sobre cualquier sector para permitir un análisis comparativo de cómo va esta empresa en los últimos años y cómo van las de su sector. Recuerdo cuando ocurrió la crisis de Rumasa se vio que había contratado a un especialista americano en preparar cuentas para que no fuesen detectadas por los auditores. Porque al final las técnicas de auditoría son conocidas y están disponibles para cualquiera. Los auditores no son detectores de fraude, eso es la policía. Revisan si las cosas responden o no a unos estándares. En EE UU, Enron se llevó por delante a la primera firma mundial de auditoría porque se vio que estaban asesorados para que no se detectasen las cuentas en la auditoría. Fue un caso límite.

Fuente: Cinco Días