El Gobierno estudia cómo revisar las pensiones este año para que no pierdan poder adquistivo y qué referencia tomar para que no pierdan poder adquisitivo. En principio todo apuntaba a que iba a ser diciembre. Ahora fuentes del Gobierno señalan que esto no será así pero sin ir más allá. Desde el Ministerio de Trabajo solo añaden que no hay una decisión tomada.

Que fuera diciembre abarataba la factura de hacerlo con la referencia de noviembre, pues se espera que el IPC del último mes del año sea más bajo que el del penúltimo. Por tanto, la diferencia con el incremento inicial del 1,6% de este año sería menor. Pero el frenazo de la inflación en los últimos compases de 2018 está llevando al Ejecutivo a repensar el escenario previsto.

El índice de precios al consumo (IPC) del mes pasado quedó en el 1,7%, tres décimas por debajo de lo que pronostica por el Gobierno. Esta diferencia supone una rebaja considerable sobre el coste previsto inicialmente, que incentivaba a tomar como referencia diciembre, ya que la previsión para este mes era de un IPC del 1,9%.

Cada décima de desviación al alza del IPC sobre el incremento inicial del 1,6% cuesta a la Seguridad Social 128,6 millones. Si la inflación hubiera subido según lo previsto, esto hubiera supuesto un coste adicional de 386 millones con el índice de diciembre, o de 514,4 millones con la referencia de noviembre.

Pero finalmente la inflación de noviembre ha sido un 1,7% y eso supone un coste adicional de 128,6 millones si finalmente es esta la referencia que se toma. No obstante, el Ejecutivo no aclara cómo se hará y se limita a decir que están estudiándolo.

Noviembre ha sido tradicionalmente el mes de referencia para revisar el poder adquisitivo de las pensiones hasta 2013. Si finalmente los precios subían más de lo que lo habían hecho las pensiones al comienzo del año, en el penúltimo mes del año se calculaba la desviación y en enero se daba una paga de compensación.

Hace cinco años se cambió el mecanismo de actualización anual ye pasó de ligar las pensiones a la marcha de los precios a vincularlas a la salud financiera de la Seguridad Social, lo que determinó que durante varios años subieran un 0,25%. Esto fue así hasta 2018, cuando el pacto presupuestario entre el PP y el PNV determinó un incremento del 1,6%.

La expectativa de que este año los precios iban a subir más llevó al nuevo Gobierno del PSOE a garantizar que se volvería a un mecanismo similar al de hace cinco años, sin dar más detalles. Y en eso siguen a apenas dos semanas de que vaya a acabar el año.

Sobre los presupuestos del año que viene, las mismas fuentes gubernamentales han explicado que el año que viene la Seguridad Social ingresará unos 1.500 millones de euros adicionales por la actualización de las bases de cotización, con una subida que será del 22,3 % para las bases mínimas del régimen general (la misma que para el salario mínimo interprofesional) y de alrededor del 10 % para las máximas.

Fuente: El País