La ministra de Educación en funciones y portavoz del Gobierno, Isabel Celaá, ha confirmado este viernes, tras la reunión del consejo de ministros, que las pensiones subirán un 0,9% en 2020, igual que el IPC este año. No obstante, no se actualizará la cuantía de las prestaciones hasta que no se haga efectiva la investidura de Pedro Sánchez, pendiente de la negociación con ERC. Así sucederá también con la anunciada subida del salario mínimo interprofesional (SMI), que se elevará conforme acuerden los sindicatos y los empresarios.

Los ministros han aprobado este viernes un decreto que recoge medidas en materia tributaria, catastral y de Seguridad social en el que se apunta a la subida de las pensiones en función del IPC, es decir, el 0,9%, en un único movimiento «en el momento preciso». Preguntada sobre el hecho de que «millones de personas están pendientes» tanto de la actualización de las pensiones como del SMI, Celaá se ha limitado a confirmar que, efectivamente, son medidas de «alto interés social» y a esperar que la «respuesta práctica llegue muy pronto», es decir, que haya una investidura «lo antes posible». La subida del SMI, ha dicho Celaá, ha recordado que la propuesta del PSOE es elevarlo al 60% del salario medio «en una legislatura», pero que será la «conversación entre los agentes sociales» la que determinará la subida. El Gobierno la aplicará después, de forma retroactiva.

Ambas medidas, en todo caso, tendrán que esperar a que haya Gobierno. El Ejecutivo en funciones ha decidido aplazarlas hasta que se constituya un nuevo Gobierno tras la investidura. “Confiamos en que esto no vaya más allá de enero”, apuntan fuentes del Ejecutivo. El bloqueo político ha acabado por afectar a las pensiones, al salario mínimo y a la remuneración de los funcionarios. Ya hace semanas que la ministra de Trabajo, Magdalena Valerio, había expresado en público sus dudas sobre la posibilidad de que un Gobierno en funciones pudiera subir las pensiones el 0,9% anunciado a la Comisión Europea en el plan presupuestario para 2020. El criterio habitual de la Abogacía del Estado es que un Ejecutivo que no tiene funciones plenas no puede tomar decisiones presupuestarias que comprometan al siguiente. Y, finalmente, eso ha pesado en las decisiones que tradicionalmente se han adoptado en los últimos años cuando se ha dado esta circunstancia.

En esta ocasión, además, se añaden otros motivos de índole política. La decisión supone una presión añadida para los partidos que dudan si apoyar un Gobierno presidido por Sánchez. La voluntad de aplazar estas subidas es política porque el Ejecutivo sí que encontró el pasado otoño un resquicio legal para desbloquear los fondos del sistema de financiación a las autonomías a pesar de estar en funciones.

Como ha confirmado Celaá, la revalorización de las pensiones se retrasa pese a que podía haberlas subido un 0,25%, como establece la actual ley de Seguridad Social, tal y como está redactada desde 2013, y añadir luego el 0,65% restante. Para evitar esa subida del 0,25%, el Ejecutivo ha decidido aprobar un decreto ley para suspender la norma a la espera de que en pocas semanas haya una investidura. Cuando haya un Gobierno formado podrá subirlas ese 0,9%, que tendrá carácter retroactivo desde el 1 enero. Celaá ha justificado la subida de una vez por el gasto que supondría hacerla en dos, no solo de coste, sino de infraestructura logística. En cuanto al retraso, ha recordado que las pensiones ya están recuperando poder adquisitivo gracias a la subida del 1,6% que se aprobó para 2019, año en el que el IPC va a estar por debajo, y ha dejado claro que la subida del 0,9% tendrá carácter retroactivo al 1 de enero de 2020 una vez se apruebe.

Sueldo de los funcionarios

Lo mismo ocurre con el sueldo de los funcionarios. El Gobierno solo aprobará la subida pactada del 2% a los empleados públicos cuando se constituya un Ejecutivo con garantías. De esta forma, la mejora salarial tampoco verá la luz con la entrada del nuevo año, sino que tendrán que transcurrir unos días o unas semanas hasta que salga adelante una investidura. El ministro de Política Territorial y Función Pública en funciones, Luis Planas, ya explicó hace semanas que, legalmente, un Gobierno en funciones no puede llevar a cabo dicho aumento. Pero aclaró que este será devengado con fecha 1 de enero.

Por el lado del SMI no había tantas dudas jurídicas para aprobarla. Aunque sí hay prestaciones y ayudas que están vinculadas a su evolución, parece que la Abogacía del Estado no ve obstáculos. No obstante, aquí los problemas se derivan de las negociaciones para formar un nuevo Gobierno y de las exigencias de los agentes sociales. El PSOE y Unidas Podemos están conversando para fijar un objetivo de SMI para esta legislatura: el 60% del salario medio. Sin embargo, por otra parte, sindicatos y empresarios exigen que se cuente con ellos y no se haga como el año pasado, cuando Pedro Sánchez y el líder de Podemos, Pablo Iglesias, pactaron un incremento del suelo salarial y no dieron margen alguno al diálogo social.

Para 2020, apuntan fuentes de Trabajo, el plan es prorrogar los 900 euros mensuales actuales y fijar el compromiso de que el nuevo Gobierno negocie rápidamente con sindicatos y empresarios una senda que lleve el SMI a ese 60%. La responsabilidad de llevar a cabo esas nuevas negociaciones puede recaer sobre una ministra de Unidas Podemos si, como se ha publicado, Yolanda Díaz acaba accediendo a la cartera.

Fuente: El País