El grupo Antolin, que se dedica a la fabricación de componentes para el interior de vehículos, ha informado este jueves de que obtuvo un beneficio operativo bruto (ebitda) de 226 millones de euros en el primer semestre, lo que supone un 14,5% más que en el mismo periodo del año anterior. Sin embargo, este incremento se debe a la entrada en vigor de la nueva norma contable NIIF 16. Sin su aplicación, el ebitda del grupo español cayó un 2,2%.

Por su parte, la compañía alcanzó unas ventas de 2.678 millones, lo que supone una reducción del 1,3% respecto al primer semestre de 2018. Este retroceso de los ingresos y del beneficio operativo bruto se debió al mal momento del sector del motor, con caídas en Estados Unidos, China y Europa. En el gigante asiático, que va en cabeza en la producción de vehículos eléctricos, el desplome en la fabricación fue del 13%.

«El grupo Antolin tiene en marcha el mayor programa de lanzamientos de su historia con 419 proyectos en desarrollo al cierre de junio y está volcado en mejorar su posición competitiva aprovechando las oportunidades comerciales que ofrece la movilidad del futuro. En concreto, cuenta con proyectos para equipar a 67 modelos eléctricos: 37 vehículos totalmente eléctricos, de los que más de la mitad aún no han sido lanzados al mercado, y 30 versiones eléctricas de coches de combustión», ha señalado la compañía con sede en Burgos.

Recientemente, la empresa ha abierto una nueva planta en Bamberg (Alemania), que será el «centro de referencia en electrónica para iluminación» del grupo.

Por unidades de negocio, la parte dedicada a la comercialización de puertas alcanzó unas ventas de 1.000 millones, mientras que la sección del negocio de techos reportó a la empresa unos ingresos de 992 millones. Por su parte, la unidad de negocio de paneles de instrumentos y consolas alcanzó unas comercializaciones por 515 millones. Por último, la rama del negocio de iluminación consiguió una facturación de 171 millones.

La compañía obtuvo unos ingresos de 1.372 millones en Europa, mientras que en la región de NAFTA (Canadá, EE UU y México) alcanzó una facturación de 1.024 millones. En Asia-Pacífico registró unas ventas por 221 millones y en Mercosur (con mercados locales atravesando muy malos momentos, como Argentina que atraviesa un escenario de hiperinflación) obtuvo 41 millones en ingresos.

Fuente: Cinco Días