Un nuevo escándalo de falsificación de test de emisiones contaminantes en vehículos diésel sacude a la industria automovilística: esta vez, el fabricante alemán Daimler es el que está en el punto de mira de las autoridades por un exceso de emisiones de sus automóviles diésel. La matriz de Mercedes-Benz se vio obligada el domingo a retirar 60.000 vehículos del mercado y hoy lunes, ha anunciado un profit warning debido a los costes que tendrá que afrontar.

«El incremento de las provisiones por valor de una elevada cifra de tres dígitos debido a varios procesos gubernamentales y medidas cautelares relacionadas con los vehículos diésel afectará a los beneficios del segundo trimestre de 2019 y se tendrán en cuenta en el EBIT del grupo», ha advertido la empresa a través de un comunicado. 

Fuente: Cinco Días