En la agenda del nuevo Gobierno de Pedro Sánchez figura la renovación de la mitad del consejo de la CNMC, integrado por 10 miembros, entre los cuales, aún figuran cinco representantes del Partido Popular. Esta formación llegó a contar con ocho sillones (los otros dos fueron para el PNV y la antigua CiU) en un organismo creado en 2013 por el primer Gobierno de Mariano Rajoy, tras dinamitar la antigua Comisión de la Energía (CNE), la Comisión de las Telecomunicaciones (CMT) y la autoridad de la Competencia (CNC) y expulsar ilegalmente a los consejeros de estos organismos a los que no les había vencido su mandato.

En 2017, la composición del consejo cambió por el relevo preceptivo de cuatro vocales (tres del PP y uno del PNV). Estos fueron sustituidos por dos consejeros del PSOE (Mariano Bacigalupo y Bernardo Lorenzo); por una consejera de Cs (María Pilar Canedo), y otro del PNV (Xabier Ormaetxea), formación que mantuvo su cuota. Lorenzo y Ormaetxea, expresidente y exconsejero de la CMT, entraron por imposición del Tribunal Supremo, al que recurrieron su expulsión ilegal en ese organismo.

El pasado 9 de septiembre concluyó el mandato de otros cinco miembros, entre ellos, el presidente, José María Marín; la vicepresidenta, María Fernández y los vocales Benigno Valdés, Clotilde de la Higuera (los cuatro del PP) y Josep María Guinart (de la extinta CiU). La consejera popular que sigue, María Ortiz, ha añadido a su estancia en la CNMC casi tres años de prórroga gratuita, al igual que Guinart.

Ante la imposibilidad del Gobierno en funciones de consensuar unos relevos que deben ser refrendados por la Comisión de Economía del Congreso, estos consejeros han seguido en sus puestos. Con el nuevo Gobierno, tienen los días contados, aunque podrían ser muchas semanas. El nuevo juego de fuerzas políticas, con un Ejecutivo de coalición, apunta a un consejo multicolor, en el que el PSOE aspira a reforzar su presencia y ocupar la presidencia del organismo (ya hay algún candidato postulándose), con dos nuevos miembros, que se sumarían a los dos con los que ya cuenta.

El PP, que se quedará con uno solo tras la salida de los cuatro antes citados, podría contar con un segundo sillón, salvo que su líder, Pablo Casado, opte por no compartir mesa con Podemos, formación a la que correspondería, en principio, un consejero, o algún posible catalán. Cs, pese a ver reducida su representación a solo 10 diputados, mantendría su consejera hasta el fin del mandato

El PSOE podrá nombrar presidente. Ya hay algún candidao postulándose

Para ratificar los nuevos nombramientos en el Congreso, el Gobierno de coalición necesitará el apoyo del PNV y Ezquerra, por lo que será necesario respetar la cuota catalana y nombrar a un consejero que sustituya a Guinart, pero con un perfil más técnico que satisfaga a todos y neutralice el efecto negativo del apoyo de los nacionalistas catalanes.

Ultimando las circulares

El relevo del consejo de la CNMC podría coincidir con el fin del trámite de las 14 circulares sobre energía que puso en marcha el pasado verano, en aplicación de la potestad que le otorga la ley. Las más relevantes son las relativas a la retribución de las redes de gas y electricidad, que implican fuertes recortes, y las metodologías de peajes de luz y gas.

De todas ellas, faltan por aprobarse las de las citadas metodologías (la de la electricidad ya ha sido devuelta por el Consejo de Estado y la del gas se le remitirá la semana que viene). También una nueva propuesta de circular sobre retribución de las redes de distribución de gas (la primera que se atascó a finales de año) y la de acceso y conexión a las redes eléctricas.

Fuente: Cinco Días