Banco Sabadell quiere abrir un nuevo ciclo y poner el foco en el problema que adolece el grueso de la banca europea: la rentabilidad. La entidad que preside Josep Oliu presenta hoy en Londres a los inversores internacionales su plan estratégico para los próximos tres años, que se pone como objetivo incrementar su ratio de rentabilidad del 7,3% del año pasado al 13%, según la presentación que ha enviado a la Comisión Nacional del Mercado de Valores (CNMV). Para ello, el banco usará tres palancas: el crecimiento de su negocio financiero, la mejora de la eficiencia, en especial en su filial británica TSB, y la reducción los activos dudosos en España en 6.000 millones de euros. Aunque el plan no lo concreta, alcanzar esos ratios supone que en 2020 el banco alcance un beneficio de casi 1.500 millones de euros, un 65% por encima de los 881 millones que registró el año pasado.
La entidad de origen catalán, que trasladó su sede social el pasado mes de octubre a Madrid por el procés, ha presentado este viernes a los inversores su nuevo plan estratégico para el periodo de entre 2017 y 2020. En realidad, el plan debió haberse presentado el año pasado, pero el contexto político –las elecciones norteamericanas, el Brexit y el proceso soberanista catalán— lo retrasaron hasta que se despejara la situación.
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El banco considera en el plan que en el periodo en el que desarrollará el plan soplarán “vientos de cola” para que el sector financiero mejore su rentabilidad, uno de los principales retos que afronta la banca. El Sabadell considera que las buenas perspectivas de la economía global –en particular en España—, la “normalización gradual” de la política monetaria, la recuperación del crédito, la moderación de la presión regulatoria y el fin de los problemas legales con los créditos dudosos, entre otros motivos, impulsarán los beneficios del sector. En concreto, el banco prevé que España siga creciendo por encima de la zona euro y que, con un Brexit ordenado, la economía de Reino Unido siga en positivo, aunque con una expansión menor que en los últimos años.
Crecimiento en México
Con esos vientos de cola favorables, el Sabadell quiere aumentar su ROTE (por sus siglas en inglés, Return on Tangible Equity), es decir, el rendimiento del banco sobre su patrimonio tangible. El plan fija que este pase del 7,3% de 2017 (inferior a sus principales competidores como el Santander, BBVA y CaixaBank) al 13% en 2020. Para ello, la entidad tratará de valerse de tres palancas: el incremento de los ingresos; la mejora de la eficiencia, y la reducción de los créditos dudosos.
El plan fija un aumento del 5% anual de los ingresos netos por intereses y las comisiones y un 4% en el volumen de negocio (sobre todo créditos y depósitos de clientes). La mejora de la eficiencia deberá llegar de la transformación digital y de las sinergias que genere TSB, que el Sabadell prevé tener completamente implementadas en 2019. Y por último, el banco quiere drenar 6.000 millones de euros de créditos dudosos, sin incluir TSB.
El último gran reto del Sabadell es seguir desarrollando su filial mexicana que creó que cero y dedicándose sobre todo a la banca corporativa. Ahora México supone aún solo el 2% de la cartera total de crédito del banco. La entidad se propone que esa filial, que pilota el consejero delegado Jaume Guardiola, también crezca a rebufo de la expansión del 2% que prevé para esa economía. Tras haber lanzado la banca para empresas, el Sabadell este año está arrancando ya el negocio de la banca minorista tras varias pruebas piloto en 2017.
Fuente: El País