El Banco Santander alcanzó ayer un principio de acuerdo con los sindicatos para rebajar a 1.100 el número de puestos que suprimirá el grupo tras la absorción del Popular. La propuesta inicial del banco era de más de 1.500 salidas. Este principio de acuerdo, del que informaron a Efe y Europa Press fuentes sindicales, incluye además la mejora de las condiciones de salida de los trabajadores tanto del Santander como del Popular.

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Estas mejoras fueron “determinantes” para cerrar el acuerdo, según explican las fuentes consultadas. El acuerdo, cuya firma está prevista para el próximo 12 de diciembre, garantiza que los 1.100 empleos se recortarán de forma voluntaria y con indemnizaciones “atractivas”, ya que permite prejubilaciones a partir de 55 años con el 80% del sueldo, mediante renta mensual y con aportaciones al plan de pensiones siempre que se cuente con una antigüedad de al menos 15 años. De lo contrario, el prejubilado recibirá una indemnización de una sola vez y una prima de 2.000 euros por cada trienio completo cumplido en el banco.

Para los mayores de 50 años con más de 15 de antigüedad, las salidas se producirán con una indemnización también del 80% del sueldo por ocho años, hasta un máximo de 380.000 euros, igualmente con 2.000 euros por trienio de antigüedad y una prima adicional que va de 19.000 a 30.000 euros en función de los años dedicados al grupo. Por debajo de los 50 años o si no se cumplen las condiciones de antigüedad mínima, la indemnización será de 40 días por año de servicio con un máximo de dos anualidades, con 2.000 euros más por trienio y primas de entre 4.000 y 30.000 euros según la antigüedad.

Las condiciones de este acuerdo logran igualar a las del Expediente de Regulación de Empleo (ERE) del banco en 2016, que sirvieron de referencia para los sindicatos en la negociación. Durante estas conversaciones, la entidad que preside Ana Botín redujo más del 30% el recorte de empleos inicialmente previsto. También se comprometió a recolocar a unas 575 personas en empresas del grupo y el acoplamiento de 100 trabajadores en la red comercial de ambas entidades.

Tras lograr estas garantías, la mayoría de mesas sindicales del proceso accedieron a firmar el principio de acuerdo, según las fuentes consultadas. El planteamiento inicial del banco era que la integración de los servicios centrales de Santander España y Banco Popular iba a suponer un ajuste de unos 2.165 empleados, incluyendo los que serían recolocados en otras empresas del grupo, según explicaron mes pasado fuentes de los sindicatos UGT y CC OO.

Fuente: El País