El Tesoro colocó ayer 6.000 millones en un bono sindicado a 30 años, con una demanda de 26.221 millones, la mayor de su historia para esta referencia y la segunda mayor para un soberano europeo a ese plazo. Los títulos cuentan con un cupón del 2,70% y una rentabilidad del 2,726%, la más baja de la historia en este plazo.

“El Tesoro se está garantizando financiación lo más barata posible para años venideros al aprovecharse de la relajación de la prima de riesgo española y se blinda ante la más que probable subida de tipos en 2019 ó 2020”, según Felipe López-Gálvez, analista de Self Bank.

En el mercado secundario, en donde ya están cotizando estos activos, el bono a diez años ha subido hasta el 1,53% y la prima de riesgo hasta los 79 puntos básicos.Estos niveles equivalen a 105 puntos básicos por encima del tipo mid-swap (tipo de referencia del mercado interbancario de permutas de tipos de interés), un diferencial 80 puntos básicos más estrecho que en la anterior sindicación a 30 años, que tuvo lugar en marzo de 2016.

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El BBVA, Banco Santander, Barclays Bank, Citigroup, HSBC, y Société Générale han actuado como directores de esta emisión, mientras que el resto del grupo de Creadores de Mercado de Bonos y Obligaciones del Estado han actuado como colíderes.

La participación de inversores no residentes ha alcanzado el 84,8% de la emisión. De este porcentaje, los inversores de Reino Unido e Irlanda han participado con el 30,3%; Francia e Italia con un 19,2%; Alemania, Austria y Suiza, con un 19,1%; países escandinavos, con un 6,3%; otros países
de la UE, con un 3,7%; Estados Unidos y Canadá, con un 3,4%; y el resto del mundo, con un 2,8%.

Comprado sobre todo por fondos

Por tipo de inversor, la mayor participación ha correspondido a las gestoras de fondos, con un 40,9%; seguido de entidades bancarias, con un 27,2%; compañías aseguradoras y fondos de pensiones, con un 20%; fondos apalancados, con un 6,2%; bancos centrales e instituciones oficiales, con un 5,6%. Otros inversores han participado con un 0,1%.

De esta forma, España ha emitido su primer bono sindicado a 30 años en los casi dos últimos años, siendo el primer país europeo en emitir deuda a ese largo plazo en lo que va del año 2018. Con esta segunda sindicación de 2018, el Tesoro ha completado un 28,4% de su programa de emisión a medio y largo plazo previsto para todo el año (126.310 millones de euros). Tras esta emisión la vida media de la deuda del Estado en circulación se sitúa en 7,49 años.

Antes de cerrarse la operación, el Ministerio de Economía ya había adelantado un «importe récord» en la demanda y que el bono se había colocado a un precio «mucho más reducido» que en la anterior emisión a 30 años, lo que demuestra, en su opinión, la «renovada confianza» de los inversores
en la economía española.

Asimismo, ha subrayado que la prima de riesgo española sigue «contenida» en los 75 puntos básicos, pese a la «volatilidad» experimentada por las bolsas en las últimas semanas. En la última operación de un bono sindicado a 30 años, con vencimiento el 31 de octubre de 2046, realizada el 8 de marzo de 2016, el Tesoro colocó 5.000 millones de euros, tras alcanzar una demanda de 13.939 millones. La rentabilidad de la emisión se situó entonces en el 2,954%.

Igualmente, el organismo dependiente del Ministerio de Economía llevó a cabo el pasado 23 de enero una emisión sindicada de una nueva referencia a 10 años con vencimiento el 30 de abril de 2028 y un cupón del 1,40%, por un importe total de 10.000 millones de euros.

La demanda superó los 43.000 millones de euros, la mayor registrada en una operación sindicada por parte del Tesoro Público, y la rentabilidad de la emisión se situó en el 1,451%.

Además, el Tesoro ha captado también este martes otros 1.310 millones en letras a tres y nueve meses, por debajo del rango medio previsto, y lo ha hecho a tipos algo menos negativos que en la subasta previa. 

Fuente: El País