Diez años después del inicio de la Gran Recesión, la Unión Europea trata todavía de sacar adelante un embrión de presupuesto de la zona euro. Sin embargo, en el Eurogrupo de Bucarest ha quedado patente que se mantiene el enfrentamiento entre los países quieren dar músculo a ese instrumento, como Francia y España, y los que quieren limitarlo a una suerte de fondo para inversiones y reformas, como Holanda. España sigue empujando por crear un presupuesto que dé estabilidad a los países en épocas de crisis para evitar que caigan en recesiones. Es más, la ministra de Economía, Nadia Calviño, anunció que en los próximos días remitirá a los socios de la moneda única una propuesta para un seguro de desempleo comunitario.

La propuesta de un seguro de desempleo viene de lejos. El Parlamento Europeo ya abogó por un mecanismo comunitario que impida que los subsidios de paro fundan los déficits públicos de los países. Pero la propuesta quedó sepultada entre tantas otras que quedan encalladas en las instituciones comunitarias. España lleva ya meses tratando de desenterrarla y ahora quiere darle un impulso renovado con un documento que detalle la arquitectura necesaria para ejecutarla.

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Ese debate coincidirá, no por casualidad, con las discusiones en el seno del Eurogrupo por el presupuesto de la zona euro, que debe estar perfilado para la cumbre de jefes de Estado y de gobierno de junio. Las posiciones, sin embargo, siguen siendo dispares. El tándem Alemania-Francia, acompañado por España y Portugal, tiene enfrente la férrea oposición de los Países Bajos. «Tenemos claras nuestras condiciones sobre cómo debería ser [el presupuesto]. Si podemos hacer que funcione, mejor. Si no, es improbable que participemos», afirmó el ministro holandés de Finanzas, Wopke Hoekstra.

“Fácil no va a ser”, admitió Calviño en referencia a la urgencia de llegar a la cumbre de jefes de Estado y de gobierno de la UE de junio con los deberes hechos. España insiste en que ese instrumento debe tener un “valor añadido” respecto a otros mecanismos de convergencia y competitividad que ya contempla el Presupuesto de la UE. “No puede repetir lo que hacen los fondos estructurales”, sostuvo Calviño al finalizar el Eurogrupo. En lugar de ello, la ministra de Economía consideró que debe servir para la convergencia dentro de los ciclos. Es decir, que sirva para afrontar situaciones de crisis.

Calviño recordó que precisamente “uno de los factores más desestabilizadores” ahora es la falta de un mecanismo que evite que “se produzca una recesión profunda en uno de los Estados miembros”. Esa carencia ha quedado patente en crisis como la griega o incluso en el reciente periodo de inestabilidad fiscal en Italia. En ambos episodios, se produjeron los temidosefetos contagioa la deuda soberana de otros países. Por ello, Calviño abogó también en avanzar en la creación de un fondo de garantice los depósitos de todos los contribuyentes europeos y culmine la arquitectura de la Unión Bancaria, que debe servir para romper el vínculo entre las crisis bancarias y de deuda pública.

Apoyo del ministro alemán de Finanzas

España ya empezó en el pasado semestre la batalla por un seguro de desempleo comunitario. El presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, llevó la propuesta a la Cumbre del Euro del pasado mes de octubre. Sin embargo, hasta ahora no ha habido un papel formal que describiera ese mecanismo. “Hemos preparado un documento que circulará en los próximos días a los países miembros”, avanzó Calviño. La propuesta, que contemplará varias alternativas sobre su posible implementación, se llevará a los grupos técnicos para que sea estudiado por los socios de la UE.

“Nos parece fundamental construir una UE para la ciudadanía. Y después de diez años hablando de redes de seguridad desde el punto de vista económico y financiero, hablemos de redes de seguridad para las personas”, sostuvo la ministra. La propuesta de España está respaldada por el ministro de Finanzas alemán, Olaf Scholz, a pesar de los recelos que suscita entre sus socios de la CDU.  “Como parte del proceso de cohesión, necesitamos un instrumento de apoyo para las ayudas al desempleo de los diferentes países. Estados Unidos tiene un sistema así desde hace mucho tiempo”, afirmó Scholz en una entrevista a EL PAÍS. También Francia está interesada en esa propuesta y quiere seguir explorándola.

La prioridad de la armonización fiscal

El consejo de ministros (Ecofin) informal de Bucarest también sirvió para que los países plantearan cuáles deben ser las prioridades de la UE para el próximo ciclo político de cinco años que se abre tras elecciones del 26 de mayo. Calviño explicó que puso especial énfasis en la fiscalidad. “España considera que es indispensable una mayor armonización fiscal en la Unión Europea”, apuntó.

La ministra defendió que los países de la UE deben avanzar hacia una “armonización” tributaria que impida “la competencia a la baja entre jurisdicciones” que, a su juicio, acaba por mermar la recaudación de todos los Estados. “Parece incoherente estar discutiendo un instrumento de política presupuestaria y no avanzar en paralelo con un la fiscalidad, que es clave”, indicó. Pero además, abogó por modernizar los sistemas tributarios para adaptarlos a la economía digital, la movilidad de trabajadores dentro de la UE o la lucha contra el cambio climático.

Fuente: El País