No es de algodón y por dentro no está llena de gotitas de agua. Es más, ni siquiera está en el cielo. Está anclada en la tierra y compuesta por miles de ordenadores conectados entre sí. La nube – ese lugar etéreo del que todo el mundo habla – es material, se puede ver y tocar. Por dentro no es más que cientos de estanterías, todas del tamaño de una nevera, repletas de poderosos servidores por donde fluyen millones de datos las 24 horas del día. «Estas son las entrañas de algunas de las mayores empresas que operan en España», dice Santiago Escudero, responsable de operaciones técnicas en Acens, mientras recorre los pasillos de este centro de datos que pertenece a Telefónica.

En este sitio, al norte de la capital madrileña, está almacenada una parte de nuestra vida digital. Correos electrónicos, fotografías, datos bancarios, nuestras aplicaciones favoritas y un sinfín de información que dejamos como rastro cada vez que nos conectamos a la web. «Estamos frente al catálogo de una tienda que vende zapatos en línea, la página que te lleva la pizza a domicilio, el portal inmobiliario líder del país… aquí tenemos el ecosistema de empresas con su idiosincrasia», resalta Escudero.

No cualquiera puede entrar a esta nube. Su sistema de seguridad es impenetrable. Para acceder a las distintas salas donde están los más de 14.000 servidores – con capacidad de 11 petabytes (equivalentes a unos 180 años de vídeo de alta definición) – hay que atravesar, entre otros sistemas de seguridad, un control de reconocimiento biométrico. Tal resguardo no es para menos. En esta cloud hay información de más de 100.000 empresas, gestiona 350.000 dominios, un millón de cuentas de correo y aloja 150.000 webs. Todo un mundo virtual.

Por esa razón en el tejado de este edificio hay grandes torres de refrigeración para mantener los servidores a una temperatura estable: unos 24 grados centígrados, aproximadamente. En caso de algún percance serio, como un desastre natural, la infraestructura puede mantenerse sin energía eléctrica unos tres días, gracias a los centenares de baterías y a varios grupos electrógenos que se alimentan a base de gasoil. La prioridad es proteger la nube de las compañías, una herramienta que se ha convertido en una pieza clave en la transformación digital.

Hoy, un número creciente de empresas se está sumando a esta revolución y ha decidido poner los datos que manejan en manos de los expertos. ¿La razón? Tener la información siempre disponible (en cualquier dispositivo) y protegida. «La nube aporta muchísimas ventajas para cualquier compañía», explica Alberto Fernández, experto en cloud y seguridad en Telefónica Empresas. Esta tecnología es trascendental en un contexto cada vez más conectado. «Las personas somos digitales en nuestro día a día y en cómo nos relacionamos. Esto obliga a las empresas a tener que transformarse, cambiar y evolucionar para seguir siendo competitivas», agrega el especialista.

Mover la información a la nube es un paso crítico, pero actualmente necesario. «Es una palanca clara para el desarrollo de una empresa», agrega Fernández. «Las compañías que ya usan esta tecnología han cambiado radicalmente la forma tradicional de hacer negocios y de relacionarse con los clientes», dice Leonor Ostos, experta en conectividad en Telefónica Empresas. Algunos ejemplos los vemos en firmas como Inditex, transformando la experiencia del cliente en sus tiendas, pero también en la banca que ha evolucionado su modelo de relación a través de las aplicaciones móviles, explica Ostos.

A nivel mundial, firmas como Amazon, Apple, Spotify, AirBnB y Cabify han hecho que los clientes hayan adoptado una nueva forma de relacionarse con las marcas y que se empiece a exigir esta misma experiencia y disponibilidad de un servicio al resto de las organizaciones. Uno de los aspectos clave es que la nube ha acercado a las pymes tecnologías y capacidades a las que hasta ahora solamente podían acceder las grandes compañías. «Aporta agilidad (el hecho de que puedas estar operativo en un par de minutos), flexibilidad (siempre vas a encontrar un modelo adecuado para tu compañía y además va a ir creciendo contigo), y ahorro de costes, pues no se requiere de inversiones, pagas solo por aquello que realmente necesites», explica Fernández.

Además, los negocios pueden adaptarse con facilidad a los cambios. Es por ello por lo que cada vez más datos, procesos y aplicaciones se suben a la nube, como por ejemplo las herramientas de gestión empresarial. Pero a pesar de las bondades que ofrece esta tecnología, su nivel de penetración aún es bajo respecto a la media europea, que llega al 26% entre las firmas de la zona. En España, solo un 22% de las firmas utiliza el cloud, con una brecha importante entre los distintos tamaños. «En el caso de las grandes empresas hace ya tiempo que utilizan la nube. Las pymes van un poco más rezagadas. Observamos en ellas que hay cierta reticencia respecto a la seguridad», recalca Fernández.

Actualmente, el número de ciberataques continúa en aumento y la mala noticia es que las pymes son un objetivo claro. «Se habla que en torno al 70% de los ataques son dirigidos a ellas», resalta el experto de Telefónica Empresas. «Por ello, tener las aplicaciones o los datos en la nube es mucho más seguro que tenerlos en una infraestructura local o en una oficina», subraya. Pero para disponer de ellos en cualquier momento de manera rápida y flexible es necesario apuntalar la conectividad. «Esta es clave para poder sacarle partido a la nube», comenta Ostos.

Dicha transformación en la conectividad se aborda incorporando nuevas tecnologías, como las redes definidas por software [SDN, por sus siglas en inglés], destaca Ostos. Con las SDN es posible controlar y tener visibilidad desde un único punto de todas las sedes geográficamente dispersas de una misma empresa.

Digamos que un banco necesita abrir una sucursal móvil con todas sus aplicaciones dentro de su red privada. Gracias a SDN, es posible incorporar esa sucursal en la red en cuestión de minutos. O si una empresa identifica un tráfico anómalo en una de sus sedes, con esta tecnología es posible cortar tráfico o aislar sedes en cuestión de segundos desde el portal de gestión, pudiendo restablecerlo con la misma rapidez y sencillez. «Esto antes de incorporar SDN en las redes era impensable hacerlo tan rápido y sencillo, es un cambio brutal en la forma de gestionar las redes de datos en las empresas. Es nube y conectividad al máximo», afirma la experta.

En las distintas salas hay más de 14.000 servidores con capacidad de 11 petabytes (equivalentes a unos 180 años de vídeo de alta definición).En las distintas salas hay más de 14.000 servidores con capacidad de 11 petabytes (equivalentes a unos 180 años de vídeo de alta definición).

Lo que se busca con la fuerza de ambas tecnologías es más seguridad y flexibilidad en las comunicaciones, dice: «En Telefónica Empresas vimos claro que el mercado iba a evolucionar hacia SDN y llevamos mucho tiempo trabajando para hacer posible esta transformación de la red, que es y será toda una tendencia entre las empresas que buscan una nueva realidad en su agilidad operativa», concluye Ostos.

Esta y otras tendencias en transformación digital serán compartidas por 450 expertos internacionales en la próxima edición de DES (Digital Enterprise Show), que tendrá lugar en Madrid del 21 al 23 de mayo. Telefónica Empresas, que participa como Global Sponsor, expondrá en este evento de referencia mundial sus soluciones para digitalizar negocios de cualquier sector y tamaño.

Los temas clave de esta edición, que el año pasado reunió a unos 21.000 profesionales de 51 países, serán las soluciones basadas en Internet de las cosas, inteligencia artificial, blockchain, cloud computing, ciberseguridad, big data, realidad virtual y aumentada, la automatización de los modelos de negocio y los productos dedicados especialmente al marketing digital y la Industria 4.0.

Fuente: El País