Facebook parece inmune a los escándalos que la golpean. El último, el de Cambridge Analytica, que desató a mediados de marzo la ira de usuarios y legisladores por su polémica política de privacidad de datos. La red social subía hoy a media sesión casi un 10% en Bolsa tras presentar el día anterior unos resultados que despejaron cualquier duda sobre el negocio de la plataforma. La firma no solo ganó 4.990 millones de dólares en el primer trimestre, un 63% más frente al mismo periodo de 2017, y sumó ingresos de 11.970 millones, un 49% más. También elevó la base de usuarios activos mensuales hasta los 2.200 millones, un 17% más frente al primer trimestre de 2017. Sus seguidores han crecido incluso en EE UU, donde su audiencia había caído en la recta final del 2017. La campaña #deletefacebook, que animaba a la gente a abandonar Facebook, no parece haber surtido ningún efecto. Al menos, por ahora.

Para los analistas, resulta lógico el nulo impacto en las cuentas trimestrales de Facebook del caso Cambridge Analytica, pues el escándalo (que afectó a 87 millones de usuarios de la red) se desató justo cuando se cerraba el trimestre. Sin embargo, esta no es la única crisis de reputación con la que ha tenido que lidiar Facebook, que lleva un año y medio teniendo que hacer frente a diferentes problemas.

“Todo empezó con el escándalo de la trama rusa en las elecciones americanas, y sin embargo, cada vez que publica resultados éstos son mayores que el trimestre anterior, y mayores de los esperado por los analistas, lo que certifica que los problemas reputacionales a lo que se enfrenta no inciden en su exitoso negocio publicitario”, dice a CincoDías Ismael El-Qudsi, CEO de Internet República.

Según este experto en publicidad en redes sociales, Facebook suscita dudas entre la opinión pública e incluso entre los miembros del Congreso americano, pero por ahora los anunciantes no le dan la espalda. Así, el negocio publicitario, su casi única fuente de ingresos, le reportó en el trimestre unos ingresos de 11.795 millones de dólares, un 50% más. Y de esa cifra, los anuncios móviles representaron el 91%, frente al 85% de hace un año.

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En opinión de El-Qudsi, el reto al que se enfrenta Facebook es convencer a la opinión pública de que su modelo de negocio, basado en mostrar anuncios muy segmentados a los usuarios, es compatible sin sacrificar la privacidad y seguridad de los datos de dichos usuarios. “Una amenaza es la nueva regulación europea en materia de privacidad, que los propios responsables de Facebook han admitido que podría frenar el crecimiento en usuarios y en tiempo de uso de los ciudadanos europeos, aunque se compensa con el aumento de usuarios en los demás continentes”.

La compañía sigue manteniendo puntos fuertes. Desde el punto de vista del usuario, insiste El-Qudsi, domina en el terreno de las herramientas de comunicación, ya que cuentan con productos líderes en sus segmentos como Facebook, WhatsApp o Instagram. Y, desde el punto de vista del negocio, “posee unas herramientas de publicidad de primer nivel y un gran porcentaje del mercado publicitario, sólo superados por Google”, destaca.

Aún así, también tiene puntos débiles, como indica este experto: “El mayor, es que ha dejado de ser relevante para muchos usuarios que se quejan de que hay demasiada publicidad en la plataforma o que sus contenidos pierden interés, y parecen estar migrando a otras plataformas, sobre todo a Instagram, cuyo dueño también es Facebook”.

Y, aunque Mark Zuckerberg, fundador de la red social, sabe que una vez que un usuario abandona el uso activo de una plataforma es muy difícil convencerle de que vuelva, de momento saborea el tirón en Bolsa de su compañía. Si bien es cierto que desde que estalló la crisis de Cambridge Analytica sus acciones se habían dejado un 14% en Wall Street, con la recuperación de este jueves, el valor de la compañía volvió a escalar hasta cerca de los 510.000 millones de dólares.

Efectos más tardios

Más vigilancia. El escrutinio máximo sobre Facebook permanecerá durante los próximos trimestres. Diferentes analistas creen que los efectos de la crisis de Cambridge Analytica tendrán lugar a lo largo de los próximos tres o seis meses. Otras voces, en cambio, aseguran que la comunidad creada por Facebook es tan potente que incluso los usuarios más críticos permanecerán para no quedarse fuera de las comunicaciones sociales que mantienen en esta plataforma con sus amigos y familiares.

Nuevas normas. El mercado también vigilará el posible impacto en el negocio de Facebook de la nueva ley de protección de datos europea (GDPR), que entra en vigor el 25 de mayo, y cualquier otra norma que pudiera implantarse en países como EE UU, que podrían llevar a una menor implicación de los usuarios y, como resultado, a un menor interés de los anunciantes.

Fuente: Cinco Días