La irrupción del magnate ruso Mijail Fridman en Dia el 28 de julio del año pasado fue festejada en Bolsa con una escalada del 15% para el grupo de distribución y un máximo histórico de 6 euros por acción. Entonces, el grupo de distribución valía más de 3.700 millones de y contaba con todo a favor. Ese inversor y otras ocho grandes gestoras registran ahora minusvalías latentes por más de 1.100 millones.

Ni un año y medio después, Dia se ha desangrado con una caída del 91,7% en el mercado –ahora vale 306 millones–, ha reestructurado su cúpula directiva hasta la extenuación, ha corregido sus cuentas y ha lanzado un aviso a navegantes. Su ebitda este ejercicio será de un máximo de 400 millones, frente a los 568 de 2017. Fuentes financieras señalan además que esa línea de la cuenta de resultados se situará en la parte baja del rango anunciado el pasado 15 de octubre, que partía de los 350 millones. Las fuentes consultadas anticipan unos 360 millones, lo que disparará la ratio de deuda neta –1.422 millones a cierre de septiembre–frente al ebitda hasta el entorno de las 4 veces, muy por encima del compromiso de 3,5 veces pactado con la banca.

DIA 0,50 -1,88%

Fridman ha comprado el 29% de Dia a precios muy por encima de su cotización actual. En su primera adquisición pagó más de 5 euros por acción y 3,64 en la ejecución del último derivado, el pasado 19 de octubre. El precio medio es de 4,3 euros por título, cuando el viernes finalizó a 0,5002 por acción (véase gráfico). Así, sus minusvalías latentes se sitúan en 690 millones de euros.

Junto a Fridman, en el ranking de los mayores perdedores aparecen grandes gestoras extranjeras, con porcentajes entre el 0,5% de la estadounidense CI Global Investments y el 4,3% que controla la también norteamericana Vanguard, según los datos de Bloomberg. En medio aparecen las canadiense CI Investments (3,8%) y Black Creek (3,0%), la escocesa Baillie Gifford (2,4%), las estadounidenses LSV Asset Management (2,9%), Dimensional Fund Advisors (1,7%), y la mayor gestora del planeta, BlackRock, con un 1,5%. Estas ocho firmas registran respecto al actual precio de cotización del grupo de distribución un quebranto conjunto de alrededor de 460 millones de euros.

Fuentes financieras prevén que el ebitda se situará este año en 360 millones, la parte baja del último rango comunicado

La pesadilla bursátil de Dia ha cesado, al menos de momento, tras el anuncio de un plan de salvamento el pasado 12 de diciembre. Comunicó a la CNMV que ha firmado un compromiso de aseguramiento con Morgan Stanley para lanzar una ampliación de capital de 600 millones antes de que finalice el primer trimestre de 2019. También confirmó un secreto a voces: ha puesto a la venta sus cadenas Max Descuento y Clarel. Espera obtener hasta 300 millones por estas desinversiones, pero fuentes financieras avisan de que ahora mismo el mercado está saturado, con las eventuales desinversiones de Eroski, que también negocia su refinanciación, en el punto de mira.

El escudo de la ampliación preasegurada da estabilidad a la compañía, pero está supeditado a que los acreedores vuelvan a abrirle el grifo de la liquidez. Desde inicios de octubre, Santander, BBVA, Deutsche Bank, Sabadell y CaixaBank han cancelado más de 200 millones de euros de líneas de confirming (en esencia, financiación para efectuar pagos a proveedores), de manera que el colchón de liquidez con el que contaba Dia se ha volatizado, como publicó CincoDías el 30 de noviembre. A cierre de junio, los últimos datos disponibles, contaba con un total de 586 millones en este tipo de créditos de los que había utilizado unos 370. Es decir, los 200 millones retirados se han comido el margen.

El importe de la refinanción será de unos 900 millones de euros e incluirá liquidez para el corto y el medio plazo, incluidas las líneas de confirming retiradas, además de un calendario de vencimientos más flexibles. Entre los acreedores destacan BBVA, Santander, CaixaBank, Bankinter, Barclays, BNP Paribas, Commerzbank, Deutsche Bank, JPMorgan, Mediobanca e ING. La gran urgencia de Dia es el pago de los 305,7 millones de euros en bonos que vencen el próximo mes de julio. Su precio, que había llegado a caer a un mínimo del 54,8% del nominal, se situaba el viernes en el 77,5%. La banca ha fichado a la consultora FTI Consulting. Las cuestiones legales correrán a cargo de Linklaters y Dia ha confiado en PwC y en Rothschild.

El porcentaje de apuestas bajistas cae un 30% en tres meses

Desplome. Desde el máximo de 6 euros por acción que alcanzó en julio de 2017, Dia se desploma un 91,7%. Los inversores bajistas se han hecho de oro con la caída. El grupo de alimentación ha estado desde febrero de 2015 muy expuesto a hedge funds que apuestan contra la empresa en Bolsa. Ese mes, afloraron participaciones por el 5,2% del capital. Pero llegaron al récord del 24,5% justo el día que Fridman anunció su entrada en el capital. Tras las intensas caídas de los últimos meses una parte de los hedge funds ha decidido hacer caja y ha cerrado posiciones: los bajistas han pasado del 20,8% de septiembre al 14,7% actual.

Fuente: El País