
El consejo de administración de Gas Natural Fenosa que se celebró el pasado lunes acordó la convocatoria de la junta general de accionistas para el próximo 27 de junio. En un hecho relevante remitido ayer a la CNMV, la compañía ha dado a conocer el orden del día de la asamblea, en el que figura una modificación de los estatituos sociales, cuyo objetivo es conseguir “mejoras en materia de gobierno corporativo y de carácter técnico”.
En este contexto el grupo que preside Francisco Reynés, someterá a la junta una nueva denominación social (que no ha desvelado), un cambio del objeto social (que tampoco ha aclarado) y la reforma del artículo relativo al domicilio social de la compañía. Ello implicará la eliminación de los artículos 2, 3 y 4 de los actuales estatutos, y la aprobación de otros nuevos.
Gas Natural mantiene en el más absoluto secreto el nuevo nombre, aunque todo indica que se ha buscado una marca energéticamente más neutra y con menos sesgo gasístico.
Tras la entrada en el capital de Gas Natural del fondo CVC y Corporación Financiera Alba, a través de la sociedad instrumental Rioja Bidco, que cerró la semana pasada la compra del 20% que poseía Repsol en la energética, se han aprobado cambios en el consejo que implican también una modificación de los estatutos: la reducción del número de puestos en el consejo de 17 a 12.
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Asimismo, la junta deberá ratificar el nombramiento de dos vocales dominicales de Rioja Bidco (Javier de Jaime y José Antonio Torre de Silva), así como el del propio Reynés, que sustituyó en febrero al anterior presidente no ejecutivo, Isidro Fainé y al consejero delegado, Rafael Villaseca. También serán reelegidos Ramón Adell, Francisco Belil y se nombrará como vocales a Pedro Sáinz de Baranda y Claudio Santiago.
Los cambios en Gas Natural se vienen sucediendo a gran velocidad desde febrero en que se produjo en el citado relevo en la cúpula y Repsol firmó un acuerdo para la venta de su histórica participación en su subsidiaria. En menos de una semana, se ha cerrado dico acuerdo y la compañía cuenta con un nuevo consejo, más reducido, en el que los tres principales accionistas, La Caixa (con un 24%) y el fondo GIP y Bidco (con un 20%, respectivamente) tendrán dos consejeros cada uno. De esta manera, los dos primeros renuncian al pacto sellado en 2016 con Repsol, según el cual, cada uno tendría cuatro consejeros y La Caixa uno más y el derecho a nombrar presidente no ejecutivo.
El próximo paso es la publicación del nuevo organigrama dirictivo que Reynés tiene ya cerrado y que se conocerá la semana que viene. Como colofón, a finales de junio, en el entorno de la junta, la compañía (ya rebautizada) aprobará un nuevo plan estratégico para los próximos cinco años.
Fuente: Cinco Días