No habrá fusión, por lo menos que esté en la mesa para los próximos años, ni con BBVA, ni con CaixaBank, ni con otro gran banco. Tampoco con Sabadell, como también se apunta entre algunos analistas. Así de tajante ha sido el presidente de Bankia, José Ignacio Goirigolzarri, en la tradicional comida que celebra la entidad con la prensa en Valencia un día antes de la junta general de accionistas. «La fusión con BBVA es una leyenda urbana», remarcó el banquero, que aseguró que esto es, además, lo que ha trasladado en las últimas semanas a los directores territoriales de la entidad en los encuentros que ha mantenido con las diferentes direcciones territoriales del banco para explicarles el nuevo plan estratégico 2018-2020.

El banquero descartó así por completo los rumores, consecuencia de unas declaraciones que realizó hace alrededor de un mes a un periódico británico, en los que se apuntaba a una posible fusión con BBVA, al ser el banco «que más encaja» con Bankia, según explicó Goirigolzarri de forma teórica a los periodistas. Aunque también declaró al medio británico que Bankia era una pieza apetecible para la gran banca en general.

El presidente de Bankia mantiene que una integración «no necesariamente tiene que crear valor» en una privatización. Teoría que mantienen algunos analistas ante la próxima privatización del 61% del capital de la entidad, hecho que se tiene que producir antes de diciembre de 2019, según una norma del Estado, aunque podría retrasarse nuevamente este objetivo, algo, no obstante, que ni desea la cúpula de la firma financiera, ni el propio Gobierno inicialmente.

«Nunca me he sentado con ningún colega español o extranjero para negociar una fusión», remató el banquero, quien insistió en que una fusión «no necesariamente aumentará el valor de Bankia para poder devolver las ayudas públicas» (Bankia y BMN recibieron en conjunto unos 24.000 millones de euros).

Goirigolzarri asegura que el plan estratégico de Bankia se centra en la independencia de la entidad. «Bankia es una franquicia muy potente», ha asegurado.

El ejecutivo, de hecho, mantiene que el objetivo de Bankia es que «sea el mejor banco de España, lo que quiere decir, el más rentable, eficiente y solvente».

Pero la espada de Damocles con la cuenta atrás de la privatización tiene, según dejaron entrever Goirigolzarri y el consejero delegado de la entidad, José Sevilla, produce un efecto perverso en su cotización, cuyo precio en Bolsa no levanta cabeza. En un año, del 9 de abril de 2017 a igual fecha de este año la caída de los títulos se eleva al 13%, al cotizar ayer al 3,6 euros. Estos precios hacen casi imposible que el Estado pueda devolver al contribuyente las ayudas públicas que inyectó en Bankia.

Pese a ello, los directivos de la entidad son partidarios de seguir la privatización de Bankia con la venta de paquetes, como también son partidarios de que se mantenga la fecha límite de finales del año que viene para que se produzca la salida definitiva del FROB en su capital, aunque esta fecha se puede retrasar si definitivamente la acción sigue su caída.

Eso sí, consideran que lo mejor es colocar a inversores institucionales paquetes «más amplios» que los que los dos que se han vendido hasta ahora. El primero del 7,5% en febrero de 2014 y el segundo del 7% en 2017.

Tanto Goirigolzarri como Sevilla aseguraron que los fondos de inversión aún están muy interesados en la banca española, aunque reconocen que el interés se centra, en el caso de Bankia, en la compra de paquetes entre el 0,3% al 0,5% como mínimo, es decir, de unos 100 millones de euros por inversor. De esta forma, el reto es colocar entre un 15% a un 20% en el mercado en las próximas ventas. Por debajo de estas cantidades el interés desciende considerablemente, y cada vez más. Así lo han detectado en las últimas semanas en el road show que han llevado a cabo para dar a conocer al mercado el nuevo plan estratégico de la entidad, y en la que esperan llegar a los 1.300 millones de euros de beneficio en 2020, y a un ratio de capital fully loaded del 12%. Además, espera repartir un dividendo de 2.500 millones de euros en estos tres años, para lo que se apoyaran en el exceso de capital para dar una remuneración extra al accionista incluida en esta cantidad.

Por esta razón, el banco tampoco espera realizar compras o fusiones. «El exceso de capital» irá al accionista, recordó Goirigolzarri en relación al plan estratégico aprobado.

Fuente: Cinco Días