Un asunto ha empañado una presentación de resultados en la que CaixaBank lo tenía todo para sacar músculo. La semana pasada la Audiencia Nacional citó al banco como investigado por facilitar el blanqueo de mafias chinas en Madrid.

El consejero delegado de la entidad, Gonzalo Gortázar, ha reiterado el comunicado que emitió tras conocerse la noticia en que expresaban su respeto a las decisiones judiciales. “Ni CaixaBank ni nuestros empleados hemos tenido connivencia con el blanqueo de capitales de mafias chinas”, ha apostillado y ha recordado “tolerancia cero” contra la corrupción y el blanqueo.

Gortázar sí ha detallado que el banco ha despedido a uno de sus empleados debido a esta investigación. Se trata de uno de sus empleados de oficina, mientras que el consejero delegado ha respaldado al responsable de cumplimiento normativo de la entidad, citado en el auto del juez.

Según el magistrado, 10 sucursales de este banco situadas en Madrid colaboraron al blanqueamiento de 99 millones de origen irregular, de modo que “han ayudado presuntamente a personas físicas y sociales de nacionalidad china a aprovecharse de las ganancias ilícitas de sus defraudaciones y contrabando de mercancías”. Y además considera que los empresarios chinos implicados en casos como Emperador, Sneake, Juguetes y Pólvora atuaron “con el conocimiento y colaboración del responsable máximo de cumplimiento normativo de la entidad”.

El consejero delegado de CaixaBank ha recordado la potenciación del área antiblanqueo del banco desde que en 2014 asumió su cargo, coincidiendo con la puesta en marcha de la nueva ley contra el blanqueo de capitales. Y que, en la actualidad, este equipo está formado por 225 personas y que potencian las actividades formativas a toda la plantilla para luchar contra este tipo de actividades. De hecho, quien no apruebe el programa de formación antiblanqueo  no recibirá el bonus.

En cuanto a los puros números, el banco presidido por Jordi Gual presumió de una mejora en la mayoría de sus cifras. El beneficio del grupo aumentó un 70% con respecto al primer trimestre del ejercicio nterior hasta superar los 700 millones. El dato fue impulsado por varios factores.

Por un lado, el negocio estructural del banco parece que empieza a levantar el vuelo, frente a unos ejercicios muy presionados por la política ultraexpasiva del BCE y los tipos cero. Aumentó un 6,5% en el grupo y un 3,7% en CaixaBank.

El segmento de bancaseguros aportó más de 500 millones al grupo. Algo sostenido por la mejora tanto del margen bruto del 19%, hasta los 2.262 millones, y el de intereses un 4,2%, hasta los 1.203 millones. Es decir, el saldo resultante de lo que percibe el banco por prestar dinero menos lo que gasta por los préstamos que suscribe.

Las comisiones netas han subido un 6,4%, hasta los 625 millones. La rentabilidad sobre recursos propios (ROTE) se ha elevado hasta el 7,8% y cumple por primera vez con el objetivo del plan estratégico que caduca este año.

Por otro lado, ha impulsado el resultado también las menores provisiones, con respecto al mismo periodo del año anterior, que registró el impacto negativo del plan de prejubilaciones y el saneamiento de la exposición a la Sareb. También se beneficia de la venta de la participación de BPI en la cervecera lusa Viacer. La buena evolución de sus participadas supone más de 200 millones al grupo. Entre ellas destaca el banco portugués BPI, incorporado al balance en febrero del año pasado, que aportó casi 170 millones al grupo.

La buena evolución de sus participadas supone más de 200 millones al grupo, una cifra que sube en un 192% con respecto a la misma etapa del año anterior. Entre ellas destaca el banco portugués BPI, incorporado al balance en febrero del año pasado, que aportó casi 170 millones al grupo.

Pese a no haber cerrado grandes operaciones de venta de activos tóxicos recientemente como sí lo han hecho BBVA o Santander, el banco ha mejorado sus cifras de solvencia. Mejoró la ratio CET-1 fully loaded (como si las reglas de Basilea III fueran totalmente aplicables) en unos siete puntos básicos hasta el 11,6%. Paralelamente, la ratio de morosidad ha caído hasta el 5,8%, mientras que la cobertura de activos problemáticos se ha situado en el 55%. El lastre del ladrillo le cuesta 67 millones a la cuenta de resultados y el saldo de créditos dudosos ha caído un 4,3% hasta caer de los 14.000 millones. El consejero delegado aseguró que en este trimestre se han desprendido de 330 millones en créditos adjudicados y que continuarán “buscando maneras de reducir la carga”.

El otro punto que ocupó buena parte de la intervención del consejero delegado fue la evolución del crédito. Mientras que presumió de un créidto al consumo que avanza a buen ritmo (en un 5% en España) y avanzó que buscan cimentar nuevas alianzas como las que tienen con MediaMarkt o Ikea, defendió que el hipotecario modera su caída. Y defendió a capa y espada y ante la incipiente guerra entre sus competidores a cuenta de la hipoteca variable, el tipo fijo, del que dijo supone ya el 60% de la creación de nuevas hipotecas.

“Cuando un amigo o conocido me pregunta porque va a firmar una hipoteca, me veo en la responsabilidad de recomendarle que se endeude a tipo fijo”, ha asegurado Gortázar. En un recado a competidores como BBVA (que recientemente a recuperado la hipoteca sobre el 100% del valor del inmueble), ha expresado la necesidad de no olvidar algunas de las recetas de la crisis y “que no se olviden en el fragor de la batalla”. Según sus palabras, la tasa de morosidad cuando la hipoteca supera el 80% del valor del inmueble supera el 14%, mientras que al bajar de esa cota se queda en el 2,2%. “Competir en precio no es bueno” ha dicho y ha reiterado que CaixaBank mantendrá su pulso por ofrecer hipotecas por menos del 80% y preferentemente a tipo fijo. 

Fuente: Cinco Días