«Me iré en cuestión de días». El próximo vicepresidente del Banco Central Europeo (BCE), Luis de Guindos, que ha recibido hoy el apoyo del Eurogrupo para sustituir a Vítor Constâncio el 1 de junio, ha asegurado que ya se ha comunicado —a través de mensajes— con el presidente Mariano Rajoy para tratar su dimisión como ministro de Economía en España. Ha señalado que se reunirá con el presidente Rajoy a su vuelta del Ecofin de mañana martes. Guindos dimitirá en breve, ha insistido. «En los próximos días presentaré mi dimisión», ha dicho en una breve comparecencia ante la prensa en la que no se ha querido pronunciar sobre el perfil más idóneo de su sucesor.

Ante los periodistas, el aún ministro de Economía español se ha defendido de las críticas de politización del BCE que supone su nombramiento. «He sido ministro durante seis años, pero siempre he defendido la independencia del BCE», ha asegurado. Guindos ha subrayado también que ninguno de los apoyos recibidos condiciona el futuro voto de España para suceder a Mario Draghi al frente del Eurobanco, pese a que fuentes alemanas apuntan en dirección contraria. Sobre su perfil como vicepresidente del BCE, no ha querido clasificarse como halcón (ortodoxo) o paloma (la nomenclatura que sirve para designar a los partidarios de medidas extraordinarias).

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«Soy un pragmático, no quiero simplificar mi posición. Pero sí creo que hay que profundizar la Unión Económica y Monetaria y que por mi experiencia puedo contribuir en ese debate. Para ello es interesante que pueda haber perfiles distintos en el BCE», ha añadido. Guindos se defiende así de las críticas en la Eurocámara, en la política española y —más sibilinamente— en el propio BCE por la novedad que supone que un ministro pase directamente del Gobierno de un país a la cúpula del Eurobanco.

Guindos ha agradecido al presidente Rajoy «su apoyo», y al resto de ministros del Eurogrupo, con mención especial para el irlandés Pascal Donohoe. Ha asegurado que el próximo paso es tratar de convencer al Parlamento Europeo (en una audiencia prevista para el 26 de febrero) de que es el candidato idóneo, pese a que el dictamen de la Eurocámara, al igual que el del BCE, serán meramente consultivos. Ha afirmado que su nombramiento supone «un cierto reconocimiento para España en un entorno muy distinto al de 2012, con superávit comercial, aumento del empleo y crecimiento». Y ha dejado incluso una nota más personal: su peor momento en los seis últimos años como ministro fue un Eurogrupo muy complicado justo antes del rescate a España, con una fotografía en la que aparecía el actual jefe de la Comisión Europea, Jean-Claude Juncker, agarrándole por el cuello. «El mejor momento», ha concluido, «es justamente la salida de ese rescate bancario». Rescate que en su día Guindos calificó como «préstamos en condiciones ventajosas». Pero esa es otra historia.

Escolano, Becker, Tejerina, Valle…

Para sustituir a Guindos, Rajoy empezó a calibrar posibles candidatos desde que hace días tuvo la absoluta certeza de que el puesto del BCE era para su ministro de Economía, señalan fuentes gubernamentales.

No hay un pronunciamiento del presidente sobre quién ocupará la silla de Guindos, pero este tiene sobre su mesa información y consejos de quién podría ocupar mejor ese puesto. La característica esencial debe ser que conozcan perfectamente el funcionamiento de la Europa comunitaria. Román Escolano, vicepresidente del Banco Europeo de Inversiones (BEI), reúne los requisitos para el cargo, según fuentes del área económica del Gobierno. Pero no son en absoluto desdeñables otros nombres como Fernando Becker, la ministra de Agricultura, Isabel García Tejerina y la economista Eva Valle, con amplia experiencia en el FMI. El ministro de Economía tiene que dedicarse plenamente a defender los intereses de España en Europa. Esta es la síntesis que realizan fuentes gubernamentales como tarea esencial de un ministro de Economía.

“Quien sea el nuevo ministro tiene que desenvolverse desde el primer minuto en Bruselas, conocer los entresijos de las instituciones económicas europeas y moverse con facilidad en el Eurogrupo y en el Ecofín, y con idiomas”, señalan los interlocutores consultados. Estas características las pueden tener todos los nombres citados. En estas exigencias básicas no entra la de tener un perfil político muy acusado, que es la demanda que ahora recibe Rajoy desde el PP, temeroso del avance electoral de Ciudadanos. Desde el partido se pide un perfil más político de los ministros y que no sean meros gestores.

Por el contrario, en fuentes gubernamentales no se piensa en ese modelo. Ya que, como ha hecho Guindos desde el Ministerio de Economía, se tiene que actuar de “contrapeso” ante peticiones que puedan poner en riesgo los equilibrios a los que ha llegado la economía española después de años de zozobra. Ante esta visión fría de interlocutores gubernamentales, Rajoy tomará una decisión en breve.

Fuente: El País