Frente a las crecientes restricciones a su acceso a mercados en Estados Unidos y sus países aliados, Huawei ha querido hacer alarde de cifras: ha vendido el año pasado 208 millones de móviles inteligentes en todo el mundo, un aumento del 35%, y sus ingresos por ventas de teléfonos y otros aparatos se han elevado un 50%, para alcanzar los 52.000 millones de dólares. Para este año aspira a sobrepasar a sus rivales Apple y Samsung y convertirse en el principal suministrador de móviles del mundo. Sometido a un escrutinio cada vez mayor en Occidente por sospechas de amenaza a las seguridades nacionales, el gigante de las telecomunicaciones chino Huawei ha anunciado este jueves en Pekín por todo lo alto las novedades que presentará en el Mobile World Congress de Barcelona el mes próximo, incluido su primer móvil 5G.

Y, sobre todo, ha querido demostrar que es la compañía más avanzada del mundo en 5G. Su móvil de pantalla plegable Huawei 5G CPE Pro, que presentará en Barcelona y espera empezar a vender en abril, permite el uso de redes 4G y 5G, y alcanza una velocidad de transmisión de datos de hasta 3,2 gigabits por segundo en las pruebas. También ha anunciado un nuevo módem para móviles, el Balong 5000, que asegura que es el más potente del mundo con tecnología 5G, así como su primer procesador diseñado específicamente para estaciones que usen la nueva generación de redes, el Tiangang.

“Nuestros clientes confían en nosotros”, subrayaba el responsable de la división de productos de consumo, Richard Yu, en la rueda de prensa para presentar los nuevos modelos en el campus de Huawei en el noroeste de Pekín. Yu quiso restar importancia a las sospechas de otros países sobre la posibilidad de que sus productos puedan usarse para el espionaje. “Son solo los políticos los que están intentando presionarnos”.

Como ya había hecho el fundador de la compañía, Ren Zhengfei, días antes en una entrevista concedida a medios extranjeros -la tercera de su vida-, y su presidente Liang Hua en Davos esta semana, Yu insistió en que la compañía nunca haría nada que pudiera perjudicar los intereses de sus clientes. El Gobierno chino, aseguró, nunca ha pedido a la compañía acceso a los datos de sus usuarios y, si lo hiciera -reiteró- Huawei no se prestaría a ello.

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Pero, pese a la insistencia de la compañía en que su comportamiento es intachable, fuera de China continúan las dudas. El miércoles era el ministro de Exteriores francés, Jean-Yves Le Drian, quien advertía ante una comisión del Senado de su país de “riesgos” en el uso de equipos de Huawei en el despliegue de las nuevas redes inalámbricas de quinta generación.

Países como Australia han prohibido ya la participación de esta compañía en el desarrollo de sus redes 5G, y otros como Alemania también se lo plantean.

Además, la directora financiera de Huawei e hija del fundador de la compañía, Meng Wanzhou, fue detenida y se encuentra en libertad bajo fianza en Canadá desde diciembre, a la espera de que se decida su posible extradición a Estados Unidos, donde los fiscales la requieren por un supuesto caso de fraude para violar las sanciones que ese país impone a Irán.

Huawei ha destinado miles de millones de dólares al desarrollo de esta tecnología. Este jueves recordaba en el acto de presentación que es la quinta empresa del mundo en inversión en I+D, con 11.330 millones de dólares. Aunque compite con la sueca Ericsson y la finlandesa Nokia en el despliegue de estas redes, es la única compañía que ofrece todos sus componentes, desde la infraestructura a los aparatos telefónicos.

La nueva tecnología ofrecerá la transmisión instantánea de enormes cantidades de datos, lo que permitirá el desarrollo de vehículos autónomos y su aplicación en sectores como el control de tráfico o la medicina, incluida la cirugía a distancia.

Fuente: El País