Iberdrola quiere ir por partes en la batalla que mantiene contra el grupo Siemens a cuenta de la gestión de su filial de aerogeneradores, Siemens Gamesa, en la que mantiene un 8% del capital y un acuerdo accionarial con la alemana tendente a convertir a esta compañía en el número mundial en el mercado eólico.

Por el momento, la eléctrica que preside Ignacio Sánchez Galán, quiere reforzar el pacto con dos propuestas que lleva hoy a la junta general que se celebra en Zamudio (Vizcaya), donde está la sede de la compañía. Precisamente, de los dos puntos del orden del día que ha incorporado, uno “busca instruir al consejo de administración de la sociedad para que asegure que el domicilio social y el negocio permanezcan en España”, de acuerdo con el pacto. Según señala Iberdrola, este “fue uno de los principios que permitieron a Siemens alcanzar [en 2016] una posición mayoritaria sin formular opa”.

Según el acuerdo, la sede social de la holding y la sede operativa del negocio onshore estará en España y la sede operativa del offshore, en Vejle (Dinamarca) y Hamburgo (Alemania).

El otro punto, ya conocido, hace referencia a “la mejora de los mecanismos de gobierno corporativo con el objeto de aumentar las garantías en la aprobación de operaciones vinculadas, evitando así potenciales situaciones de administración de hecho por parte de Siemens”.

Iberdrola, que dice contar con el apoyo de las agencias de proxis advisor (las que representan a los fondos también minoritarios, al menos, en este segundo punto), no tiene previsto intervenir personalmente en la junta para defender dichos puntos. Por su parte, todo apunta a que Siemens, que tiene un 59% de la filial resultado de la fusión entre la española Gamesa y el negocio eólico de la alemana, no apoyará estas propuestas de Iberdrola en la asambla.

Esta niega que haya instado la ruptura del pacto mediante el protocolo que establece el pacto en caso del incumplimiento por parte de Siemens que sí ha denunciado públicamente Galán. De demostrar dicho incumplimiento, y así lo exigiese Iberdrola, la alemana deberá comprar el 8% del capital a 22 euros por acción o al precio del día de la notificación más una prima del 30%. “Otros posibles escenarios [el de ruptura] serán analizados en cada momento”, señala la compañía. Queda por ver, si no lo hará tras una junta en la que escenificarán claramente las diferencias entre los socios si la alemana rechaza las propuestas del accionista que dice representante a todos los minoritarios.

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“En este momento, Iberdrola está ejerciendo su papel como segundo accionista de la sociedad en protección del interés social u los de los accionistas minoritarios confome al papel que nos asigna ola CNMV en el especiente de exención de opa”, señala.

Por el momento, la eléctrica dice “no estar planteando una disputa sobre el cumplimiento del contrato”, sino, “que se cumpla con los compromisos adquiridos con la finalidad industrial de la fusión” y con los motivos que permitieron a Siemens librarse de lanzar una opa.

Un pacto en el aire

El pacto accionarial firmado entre Siemens e Iberdrola en el marco de la fusión de Gamesa con la división eólica de la alemana, establece que en el caso de incumplimiento por parte de esta de alguna de las obligaciones y compromisos del acuerdo, la eléctrica español tendrá derecho a vender su participación del 8% a Siemens.

En caso de que Iberdrola considere que su socio ha incumplido el acuerdo, deberá notificárselo por escrito y pedirle que lo subsane. Para ello, Siemens dispondrá de tres meses.

A partir de ese momento, Iberdrola podrá ejercer su derecho a vender sus acciones en los 10 días siguientes a 22 euros o la cotización más una

Fuente: Cinco Días