El regulador del mercado de la energía en Massachusetts da el permiso final para que la filial estadounidense de Iberdrola construya y opere una nueva línea de alta tensión que permitirá importar energía desde Canadá a la región de Nueva Inglaterra, a través de Maine. La inversión del proyecto liderado por Avangrid es de 950 millones de dólares (unos 770 millones de euros) y refuerza la posición de la empresa española en Estados Unidos.

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Hasta 46 empresas compitieron por este contrato de transmisión de 20 años de vigencia. La electricidad que se distribuirá por la red provendrá de fuentes de energía limpia, como la eólica e hidráulica. La línea de interconexión tendrá una distancia de 230 kilómetros y estará construida por Central Maine Power y su matriz Avangrid. Tendrá capacidad para importar 1.200 megavatios de electricidad.

Se espera que el proyecto que cruzará el pasaje del norte esté completado para finales de 2020. El objetivo es garantizar que los distribuidores de electricidad en la región cuenten con un mayor acceso a energía renovable, para así cumplir con los nuevos requisitos medioambientales. La idea es que la nueva línea utilice gran parte de un trazado existente, para reducir costes y la oposición de los residentes en la zona.

Operarios en redes de distribución que opera la filial estadounidense AvangridOperarios en redes de distribución que opera la filial estadounidense Avangrid

“La adjudicación de este proyecto reafirma nuestra apuesta por las energía limpias y por proyectos a largo plazo en infraestructuras de redes, en línea con las perspectivas que presentamos recientemente a los mercados”, afirma el presidente de Iberdrola, Ignacio Sánchez Galán, que destaca además que “con ella incrementamos nuestra presencia en EE UU, que será unos de los destinos clave para nuestras inversiones”.

Se espera que el proyecto bautizado como New England Clean Energy Connect genere 3.700 empleos. La parte del trazado en Canadá correrá a cargo de su socia Hydro-Québec, una de las principales generadoras y distribuidoras del país. Con el visto bueno de los reguladores en Massachusetts, solo queda como trámite la autorización federal, algo que se espera para los próximos meses.

La nueva línea de interconexión con Canadá no está exenta tampoco de críticas por parte de las compañías que quieren construir granjas eólicas y solares en la región, porque con esa capacidad les hace complicado competir y el alto voltaje dificultará la conexión a la red. También hay quejas planteadas por parte de las eléctricas que operan plantas de generación porque le elevará los costes.

Iberdrola responde diciendo que la energía que llegará de Canadá permitirá garantizar el suministro energético de la región y ahorros de 190 millones anuales para los consumidores. Se calcula que en paralelo se reducirán las emisiones de dióxido de carbono por un valor equivalente a 296.000 coches. La línea tendrá capacidad para suministrar electricidad a 1,5 millones de clientes.

Este el segundo gran proyecto de interconexión entre Estados Unidos y Canadá que lidera Iberdrola. La compañía opera desde hace tres años otra línea de 800 kilómetros también en Maine, en el marco de un proyecto que tuvo una inversión de 1.400 millones que reforzó el intercambio de electricidad entre los dos países. La mitad de las nuevas inversiones del grupo eléctrico se destinaran al negocio de redes.

Fuente: El País