El frustrado fichaje de Andrea Orcel como consejero delegado de Banco Santander ha llevado a ISS, la mayor firma de asesoramiento de voto (proxy advisor), a proponer a los fondos de inversión que voten en contra de la reelección de Bruce Carnegie-Brown como consejero independiente y vicepresidente de Banco Santander.

Carnegie-Brown es vicepresidente de Santander, consejero coordinador de los consejeros externos (lead director) y además preside la comisión de nombramientos dentro del consejo de administración desde el año 2015. Es por este último cargo por el que ISS le atribuye la responsabilidad sobre el fallido fichaje de Orcel, procedente de UBS, como nuevo consejero delegado de Santander. Tras anunciar su futuro nombramiento, el banco rechazó pagar un bonus de bienvenida a Orcel para compensar retribuciones diferidas del banquero en UBS por un importe estimado de unos 50 millones de euros, una cifra que la entidad que preside Ana Botín consideró inaceptable.

La junta de accionistas que se celebra en Santander el viernes 12 de abril debe votar el nombramiento de Henrique de Castro como consejero y la reelección de cinco consejeros: el consejero delegado, José Antonio Álvarez, y además las de Javier Botín, Ramiro Mato, Belén Romana y el propio Bruce Carnegie Brown. Las reelecciones se someten a votaciones se paradas en la junta general de accionistas.

Las agencias de asesoramiento de voto (proxy advisors) se manifiestan sobre la postura a adoptar en las votaciones de las juntas. Son muy seguidos por los fondos de inversión, que con frecuencia se dejan llevar por sus recomendaciones, evitando así tener que estar muy pendientes de cuáles son los puntos que se sometene a votación. El mayor proxy advisor es precisamente ISS.

En sus recomendaciones sobre voto de cara a la junta de accionistas de Santander, ISS se opone a la reelección de Carnegie-Brown, según publica hoy la prensa británica, por la gesión del fichaje de Orcel como presidente de la comisión de nombramientos.

ISS señala que el «fracaso» del fichaje de Orcel sugiere una fañta de diligencia en el proceso de contratación y deja incertidumbres en la planificación de la sucesión del CEO». El fallido fichaje de Orcel le puede acabar saliendo caro al banco si el exbanquero de UBS demanda a la entidad y consigue una indemnización, según ISS. Glass Lewis, un proxy advisor de menor relevancia, también expresa sus reticencias con respecto a la política de fichajes de Santander y se opone a la reelección de Carnegie-Brown.

En cambio, en su propuesta de acuerdos a la junta, Santander señala que Carnegie-Brown «cuenta con las competencias, experiencia y méritos adecuados para desempeñar el cargo de consejero» y que «se encuentra en disposición de ejercer un buen gobierno de esta». Además, la comisión de nombramientos «constata el adecuado desempeño de su cargo y su asistencia y participación informada a las sesiones del consejo, la comisión ejecutiva, la comisión de nombramientos, la comisión de retribuciones» y otros órganos del banco.

El vicepresidente de Santander es también presidente no ejecutivo de Lloyd’s, donde recientemente ha tenido que salir al paso de las informaciones publicadas por Bloomberg acerca de un ambiente de trabajo tóxico y sexista. «No sabíamos el alcance del problema hasta que Bloomberg arrojó luz sobre él», dijo, añadiendo que hay «un enorme trabajo por hacer en diversidad».

Fuente: Cinco Días