Dicen quienes llevan años trabajando con él que José Aljaro (Córdoba, 1961) está en la plenitud de una carrera profesional labrada a la sombra, desde su puesto de financiero, de primeros ejecutivos de relumbrón. A sus 56 años, el que ha ejercido como director de desarrollo corporativo y finanzas de Abertis ha sido nombrado esta semana consejero ejecutivo del grupo, con el cargo de director general. Cambia su rol. El consejo de la mayor concesionaria de autopistas lo ha elegido como sustituto de Francisco Reynés, hasta ahora vicepresidente y consejero delegado, y con quien Aljaro ha trabajado durante años codo a codo.

Con una experiencia acreditada de más de una década dentro de la empresa, Aljaro deberá hacer frente a varios retos. El más importante e inmediato será, según directivos de la casa, “gestionar de manera ejemplar la transición de la compañía”, envuelta en la batalla de opas que mantienen sobre ella la italiana Atlantia y la alemana Hochtief (filial de ACS). Pero también tendrá que llevar a buen puerto la venta de Hispasat; estudiar la relicitación de las autopistas españolas quebradas; negociar ampliaciones de plazo en concesiones chilenas, o lanzar la reconstrucción de los activos en Puerto Rico. Muchos desafíos para los que su entorno cree que tiene el perfil idóneo: desde la banca se le aprecia como uno de los CFO más sólidos del Ibex.

Es uno de los CFO más veteranos y sólidos del Ibex35 y, pese a haber tenido ofertas importantes, se ha mantenido fiel a la concesionaria

Sus compañeros de Abertis señalan que después de 13 años como director financiero, Aljaro ha adquirido una “experiencia única en el mundo de la empresa”, ya que ha vivido y capeado situaciones muy distintas: desde la diversificación de negocios a la etapa actual de internacionalización y focalización en autopistas; desde los años de bonanza y expansión financiera a los peores de la crisis, etapa durante la cual Abertis siguió repartiendo dividendos. Todo ello con Aljaro al frente de las cuentas y como custodio de la caja.

Este andaluz, rara avis en el ecosistema catalán de Abertis, se licenció en Administración y Dirección de Empresas por Icade en 1984, con 23 años. Un año después, ingresó en Arthur Andersen, una institución dentro del mundo de la auditoría, y de donde han salido algunos de los financieros más respetados de España.

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Tras ejercer seis años como auditor, Aljaro aterrizó en 1991 en Cortefiel como director financiero. Allí estuvo hasta 2003 y sus excompañeros, que guardan un grato recuerdo de él, destacan su labor para crear y gestionar equipos. Algo que también comparten quienes trabajaron a su lado en su siguiente puesto, como CFO del grupo González Byass, en el que estuvo hasta 2005.

Dos de sus hijos han seguido sus pasos en el mundo de la auditoría, siendo padre también de una pequeña fruto de un segundo matrimonio. Aljaro, aficionado al esquí y amante del Valle de Arán (Lleida), lleva años viviendo a caballo entre Madrid y Barcelona. Quizás más desde los últimos meses, después de que Abertis trasladara en octubre –al igual que otros cientos de empresas– su sede social de Cataluña a Madrid por la inseguridad jurídica fruto del desafío independentista catalán. Casi se podría decir que los aviones son su tercera casa. Este viernes volvía de un viaje a Puerto Rico que emprendió nada más ser nombrado primer ejecutivo para arropar a los 40 empleados que tiene la concesionaria en la isla, que quedó totalmente arrasada por el huracán María. El empeño de Aljaro en mantener el viaje pese a los ajetreos de esta semana muestra, según su entorno, su lado humano y comprometido con los trabajadores. Ha demostrado además su fidelidad con la compañía, tras rechazar ofertas importantes de otras grandes del Ibex.

Como CFO suele aterrizar en Australia, Nueva York, Londres y otras plazas destacadas, donde ha estrechado vínculos con inversores de todo el mundo y ha cerrado operaciones, junto a Reynés, que han fomentado la internacionalización del gigante del peaje. Bajo su mando, Abertis invirtió el pasado año 3.600 millones, y refinanció y levantó deuda por casi 5.600 millones.

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Su experiencia en los road shows internacionales, además de forjar su perfil financiero, le han convertido en un probado comunicador. Ya lo había demostrado junto a su último jefe en múltiples ocasiones, pero ahora actúa como actor protagonista. Lo hizo el pasado miércoles en la presentación de los resultados, en la que “no eludió ninguna pregunta conflictiva”, y el jueves al dirigirse a la plantilla. La empresa está en el ojo del huracán, pero el equipo puede salir reforzado de esta experiencia, dicen que transmitió.

El nombramiento de Aljaro no solo reconforta a los mercados por dar continuidad a la gestión de Reynés, sino que alivia de puertas para adentro. En una “situación atípica y de crisis como la actual” –en referencia a la liquidación pendiente de los dos opas–, “tenerle al frente es una buena noticia”, reconocen varios altos cargos de la concesionaria.

Fuente: Cinco Días