La Autoridad Independiente de Responsabilidad Fiscal (Airef) avala las previsiones económicas del Gobierno de Pedro Sánchez y considera factible la senda de corrección del déficit público establecida en el plan presupuestario remitido a Bruselas. Sin embargo, reprende a los dos Ejecutivos que han estado al frente de las cuentas públicas durante los últimos cinco años: la bajada de la deuda planteada por el actual Gobierno es «improbable en 2019» y está «en el límite de lo factible para 2020». Además, el endeudamiento sobre PIB apenas se ha rebajado en el último lustro «a pesar del fuerte crecimiento económico y unos tipos de interés históricamente bajos», dice la nota que ha publicado este viernes la institución impuesta por Bruselas para vigilar la salud de las finanzas del Estado.

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Es decir, se ha desaprovechado la bonanza de los últimos años para reforzar sostenibilidad financiera de las Administraciones. La deuda sobre PIB solo ha descendido por el aumento del Producto Interior Bruto, indican fuentes del organismo. Y añaden que en los últimos cinco años ha habido «un esfuerzo nulo» para recortar de manera permanente el agujero de las cuentas públicas. En definitiva, la política fiscal «se ha fiado simplemente al crecimiento económico», y eso deja a la economía española «en una situación muy vulnerable que todavía hay que abordar», afirman. «El plan presupuestario del Gobierno contempla una reducción insuficiente de la ratio de deuda», zanja el informe de la Airef.

Incumplimiento de las exigencias de Bruselas

La Autoridad Fiscal constata además que se incumplen los esfuerzos que exige Bruselas. Según sus  propios números, el Ejecutivo no hará el ajuste estructural del 0,65% del PIB en 2019. Tampoco en 2020. Y, por supuesto, no cumplirá con el límite que pone la Comisión Europea al aumento del gasto computable, fijado en el 0,6% para 2019 y en el 0,9% para 2020. El incremento del gasto que plantea el Gobierno en su plan presupuestario es mayor: del 2,9% en 2019 y del 3,6% en 2020. Tales cifras están en línea con el crecimiento de la economía incluyendo la inflación, lo que a pesar del incumplimiento permite ir reduciendo muy lentamente el desfase presupuestario al crecer los ingresos un poco más estrictamente por la recuperación económica.

El organismo que preside José Luis Escrivá cree que las estimaciones del Gobierno de crecimiento para este año y el que viene son «verosímiles»: un 2,1% para este año y un 1,8% para el que viene. La Autoridad Fiscal da su respaldo a estas proyecciones a pesar de que para alcanzar el 2,1% en 2019 haría falta una pequeña aceleración de la actividad. De hecho, tras las revisiones de la contabilidad nacional en las que el INE rebajaba el PIB inicialmente estimado, el consenso de analistas está inclinándose hacia un 1,9% este año.

Previsión de empleo elevada

La Autoridad Fiscal observa que el crecimiento converge hacia un 0,4-0,5% trimestral, acorde con unas tasas próximas al potencial de la economía, que la Airef calcula en el 1,7% anual. Este crecimiento se irá basando cada vez más en la demanda interna, sostiene. Respecto a la previsión de creación de empleo del Gobierno, admite que esta es elevada: el Ejecutivo espera que la ocupación se eleve a ritmos superiores al de la economía, un 2,3% en 2019, un patrón que es bastante inusual. La Airef ve en la actualidad crecimientos anuales del empleo del 2% y de los salarios del 2%.

La Autoridad Fiscal empeora ligeramente su previsión de déficit público para este año: del 2% del PIB al 2,1%. Se trata de una décima más de lo que espera el Gobierno. La nueva estimación se debe a la revisión estadística del INE, las nuevas previsiones económicas y la valoración de los últimos datos. Así, pesan una serie de gastos como las compensaciones por la DANA, la convocatoria de elecciones o las transferencias a las comunidades, que aumentan sus ingresos sin contener tanto el gasto. 

Para 2020, el déficit estimado coincide con el cálculo del Gobierno, un 1,7% del PIB. Según las previsiones de la Airef, esta reducción del desfase no implicará esfuerzo alguno: la razón estriba en que este año se han dado cinco décimas de PIB en operaciones que no se repetirán el que viene y que hacen que el déficit real de 2019 sea un 1,6% y no un 2,1%. Entre ellas se incluyen devoluciones del impuesto de sociedades, diversas sentencias en contra de las Administraciones, la recuperación en 2020 del impuesto eléctrico y las ayudas para compensar a los bancos que se hicieron con cajas en medio de la crisis, las llamadas EPAs. En total aumentan el déficit en 6.296 millones de euros. Por el contrario, la Autoridad Fiscal solo prevé que el año que viene haya desembolsos extraordinarios por valor de dos décimas de PIB, unos 2.571 millones. Así que solo con la no repetición de esas operaciones en 2020 el déficit prácticamente descenderá al 1,7% del PIB.

Fuente: El País