En la recta final de la actual Comisión Europea, su titular de Competencia, Margrethe Vestager, ha adoptado una de sus decisiones más polémicas del mandato: el veto a la fusión de Alstom y Siemens. El bloqueo ha provocado que Francia y Alemania hayan propuesto de inmediato modificar las políticas de competencia europeas. “Si queremos cambiarlas, tenemos que ser muy conscientes de las consecuencias”, advierte la dirigente comunitaria de origen danés.

MÁS INFORMACIÓN

Vestager se verá este jueves con la canciller alemana, Angela Merkel, y sus dos ministros del área económica. La comisaria, conocida por haber plantado cara a los gigantes tecnológicos, está convencida de la decisión que adoptó sobre el que estaba llamado a ser el nuevo campeón europeo en el ámbito ferroviario.

En una conversación con varios medios, entre ellos EL PAÍS, la comisaria recuerda que había una parte de esa operación que no suponía ningún problema. El meollo de la cuestión estaba en los trenes de alta velocidad y la señalización. “Eran nuestras dos preocupaciones. Aún creo que hasta ese día se podrían haber resuelto, pero las empresas optaron por no hacerlo”.

Aun así, Vestager ve como un reto que se abra el debate sobre el futuro de la política de competencia y la industrial. “Tendremos que revisar nuestras reglas de competencia porque el acceso a los datos es clave”, aseguró. De hecho, la Comisión está trabajando en un informe que espera tener acabado a finales de marzo sobre cómo puede armarse el ejecutivo comunitario para impedir que los monopolios en el acceso a los datos se conviertan en una barrera de entrada en los mercados.

La reforma que propone Vestager, sin embargo, no supone restar poder a Bruselas en favor de los países miembros, como quieren Francia y Alemania. La comisaria considera que la política de competencia ha sido una “elección estratégica europea”. Y esa opción, agrega, diferencia a la UE de otros modelos como el de China o el de Estados Unidos, donde los traslados de empresas como Amazon hacia otros estados han sido alentados con ventajas fiscales selectivas, lo cualno se permite en la Unión.

Fuente: El País