La deuda del conjunto de las Administraciones públicas alcanzó a finales del pasado ejercicio los 1,14 billones de euros en 2017, tras aumentar en 5.879 millones durante el mes de diciembre, por lo que se situó en el 98,08% del PIB, cumpliendo así el objetivo anual del 98,1%, aunque volvió a marcar un nuevo récord histórico, según los cálculos efectuados por el Ministerio de Economía de acuerdo con la previsión de PIB contenida en el último plan presupuestario. Se trata de una cifra que cumple la previsión elaborada por el Ejecutivo en el marco del plan presupuestario que se remite a Bruselas, según explicaron fuentes de Economía.

En tasa anual, la deuda pública total respecto a diciembre de 2016 creció en 37.424 millones, un 3,4% más, según datos publicados este viernes por el Banco de España. En términos absolutos se trata de un nuevo récord histórico, mientras que en porcentaje del PIB, el citado 98,01% que ha marcado la deuda a cierre del ejercicio 2017 supone el tercer año de descenso consecutivo, al bajar respecto al 98,98% del año 2016, el 99,8% del ejercicio 2015 y el 100,4% de 2014.

Esto se explica porque en paralelo al crecimiento experimentado por el pasivo de la Administración, el denominador, el PIB, también ha aumentado y lo ha hecho de forma acelerada por encima del 3%. En cualquier caso, se trata de cifras preliminares que deberán ser confirmadas el próximo 1 de marzo cuando el INE publique el detalle de los datos de la Contabilidad Nacional del año pasado y el Banco de España establezca la ratio de deuda sobre PIB.

Desde el comienzo del año, el endeudamiento público solo registró descensos en cuatro de los doce meses: abril, cuando disminuyó en más de 11.800 millones; en julio (cuando lo hizo en 4.585 millones), en agosto (-836 millones) y en octubre, que se redujo en 3.397 millones. Salvo en 2014, cuando el endeudamiento público se incrementó solo en un año en más de 62.000 millones, desde entonces el avance anual se ha situado en torno a los 34.000 millones por ejercicio. El Gobierno espera que a partir de este año y sobre todo del siguiente estos repuntes ya sean mucho más moderados, en la medida en que se está reduciendo el déficit público y España se ha marcado como objetivo finalizar ya este año con un desequilibrio de las cuentas públicas por debajo del 3%.

Superávit local

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En la clasificación por administraciones, la deuda del Estado se incrementó en 9.226 millones en diciembre, hasta sumar 996.472 millones, lo que supone un repunte del 0,9% mensual y del 4,8% interanual. Por su parte, el pasivo de las comunidades autónomas se elevó en 2.065 millones, hasta alcanzar los 288.313 millones, lo que representa un avance del 0,7% mensual y un 4% más respecto a diciembre de 2016. Por el contrario, la deuda de las corporaciones locales volvió a descender en 396 millones, hasta los 29.161 millones, un 1,3% menos mensual y un 9,5% inferior en tasa interanual. Esto ha sido posible debido a que los ayuntamientos son la única administración del Estado que lleva ya seis ejercicios con superávit presupuestario.

De hecho, desde la Federación de Municipios y Provincias se quejan de que a pesar de ser la administración que más saneadas tiene sus cuentas, no se les permita gastar ese superávit de poco más de 5.000 millones con el que cerraron 2017. En términos acumulados, el superávit local ronda los 32.000 millones. Es más, solo en depósitos bancarios los ayuntamientos cuentan en la actualidad con más de 23.000 millones de euros, según corroboraron las cifras del Banco de España.

Por último, la deuda de la Seguridad Social se elevó en 29 millones respecto a noviembre, hasta sumar 27.393 millones, lo que supone un alza mensual del 0,1% e interanual del 59,5%. El Gobierno se mostró satisfecho con la evolución registrada por la deuda, sobre todo porque a diferencia de lo ocurrido en 2012, con la prima por encima de los 600 puntos básicos, ahora el pasivo es mucho más financiable, con un diferencial de apenas 70 puntos. En cualquier caso, para los expertos, el alto endeudamiento público y privado continúa siendo, junto con el paro, uno de los puntos débiles de la economía española.

En este sentido, Fitch fue la primera de las tres grandes agencias de calificación que premió la buena evolución económica de España elevando el rating el 19 de enero, cuando pasó de BBB+ a A-. La siguiente será Standard & Poor`s, que prevé hacer pública su nota el 23 de marzo y Moody`s que lo hará el 13 de abril.

Fuente: Cinco Días